Esta semana, BBC ha recogido un estudio realizado por un estudiante en Doctorado de la Universidad Técnica de Munich, el cual ha asociado los tweets de la red de microbloggin con los movimientos de la bolsa. Según ha argumentado, en el estudio se han analizo un total de 250,000 Tweets en los que se incluían las iniciales de empresas que cotizaban en bolsa.
El resultado final de este estudiante ha sido contundente. «Se puede predecir la subida o bajada de un valor con un 87% de probabilidad de acierto con la red Twitter». Evidentemente todo tiene una explicación más compleja y sencilla al misma tiempo.
Volvemos a lo de siempre, al sentido común. La red Twitter no predice nada ni forma un algoritmo pronosticador de resultados. Sencillamente, una noticia que hable en positivo de una empresa, cae en manos de un inversor o es «tuiteada» por un diario cuyos «follower» son inversores. Esta noticia se viralizará rápidamente llegando a las manos de muchos más inversores, los cuales invertirán en dicha compañia.
Como consecuencia y lógica de lo que es en sí la bolsa, el valor de la compañía aumentará en bolsa. El caso contrario sería una mala noticia de otra empresa, la cual tendría el mismo impacto pero en negativo.
En conclusión: Twitter no te dice qué valor va a subir o va a bajar, pero prácticamente te puede decir que harán otros inversores según las noticias que reciben. Conociendo eso, es como si dispusieras de «información privilegiada».
Si llegas a saber lo que otros harán, conoces a la perfección lo que debes y tienes que hacer. No hay más misterio.
