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Algunos medios de comunicación hoy hacían esta pregunta: «¿Dónde está el efecto de los indignados?«. Los indignados han conseguido portadas en todo el mundo, su mensaje ha sido oído en más de 60 países, han conseguido la mayor afluencia de manifestantes pacíficos de la historia y han contagiado a la sociedad, la cual, aparentemente, una gran mayoría estaba a favor de estos indignados, supuestamente comprometidos con la causa y aún no participando, apoyaban las acampadas.
«No tenemos por qué gritar, ya que la mejor forma de democracia se hace a través de las urnas«- eran las palabras de un portavoz de la manifestación. Pues bien, las urnas han hablado, pero el efecto indignados no se ha notado.
¿han votado en blanco?¿han cambiado su voto?¿han votado en bloque?¿Se han abstenido?¿Han votado a formaciones minoritarias?…y la gran pregunta: ¿Se ha notado en las urnas el efecto indignados? No, ya que la diferencia entre 2003 y 2007 fue mucho mayor.
Ya comentamos en un anterior artículo que los sociólogos afirmaban que #Spanishrevolution y #Democraciarealya tendría un efecto muy parecido a la revolución de mayo del 68. Lo que poca gente esperaba es que al igual que Mayo del 68, la derecha fuera la clara vencedora.
Hoy, algunos diarios nacionales se mofan de esta iniciativa, la cual tachan de movimiento izquierdista que buscaba la otra izquierda, y lejos de su propósito, han facilitado el camino de la derecha.
Las tres conclusiones que se pueden sacar de todo esto son muy claras:
- Una gran parte de los españoles han castigado al PSOE y a Zapatero por su gestión de la crisis y algunos casos de corrupción.
- Otra parte de la sociedad lo han castigado por la ley Sinde, ya que aún habiendo sido apoyada por otros dos partidos, el perjudicado tras la aprobación es el que está en el gobierno en ese momento.
- El mensaje de los indignados se ha oído, no hay duda, pero… ¿qué mensaje ha recibido la sociedad?. Estoy totalmente seguro que uno muy distinto al que se quería transmitir en un principio.
