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La nueva España asoma la cabeza.

La enseñanza pública será gratuita durante la fase de obligatoriedad de asistencia, es decir, hasta el graduado escolar. Si un estudiante desea continuar estudiando el bachiller e ir a la universidad, deberá pagarlo. Eso es lo justo, según Esperanza Aguirre, a la que aprovechamos para recordarle que la enseñanza pública en España no es gratuita, al igual que el bachiller y al igual que la universidad, pues este tipo de enseñanza la pagamos con nuestros impuestos.

Jamás estaremos de acuerdo con desequilibrar las posibilidades de crecimiento personal, aprendizaje y futuro laboral haciendo diferenciación entre una persona con medios económicos suficientes y otra que no tenga los mismos medios.
Cuando una persona acaba el periodo voluntario de escolarización y esta persona desea continuar estudiando, únicamente existe una obligación, y esta es para el gobierno, el cual está obligado a proporcionarle esa educación para fomentar el desarrollo de talentos en nuestro país sin distinción económica de ningún tipo. De esta forma ganaremos profesionales cualificados en España, y no personas que obtienen una titulación académica pagada, pues no nos equivoquemos, ya que el 50% de una titulación, en la enseñanza privada  va incluido en el pago, y según la aportación familiar del estudiante a la «empresa educacional», el título va incluido al 100% (algunos ministros saben de lo que hablo).
Primero fue el debate del copago sanitario y ahora Esperanza Aguirre abre la puerta a la educación del futuro, una educación para el que tiene dinero, y una sanidad para el que puede pagarla. Esta nueva España del progreso, retrocedería unos 30 años en el tiempo si se adoptan estas medidas, pues precisamente en este tiempo hemos podido ver qué ocurre cuando cualquier deportista, sin importar su ideología política ni su nivel económico, puede representar a España, siendo el resultado evidente, y es que tenemos a los mejores deportistas del mundo.
Del mismo modo, hemos creado a grandes profesionales en nuestras universidades. Personas que no se podían permitir asistir a Stanford y hoy día tienen mesas junto a las de profesionales egresados de Harvard .
Una encuesta realizada por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y Calidad de los Servicios (Aeval), revela que el 97% de los ciudadanos están en contra de los recortes en Sanidad, Educación y Pensiones.
España tiene 5 millones de parados (puede que algunos más), la situación no es fácil y se requerirán medidas austeras para salir de la crisis, aunque un «futuro gobierno» debe distinguir entre medidas austeras y recortes de derechos primarios a los ciudadanos, pues recordemos que la función de un gobierno es velar por los intereses de los ciudadanos, sin importar su condición económica, sexo o condición.
Si la solución a esta crisis fuera privatizar la sanidad y educación, alguien debería observar a Estados Unidos, donde tienen estos sistemas implantados, y actualmente tienen la mayor tasa de desempleo de sus últimos 30 años.
Yo no estudié política, tampoco tengo experiencia en dirigir un país, y puede que debido a eso, se me escape la respuesta a las preguntas: «¿Cómo se puede crear empleo destruyendo empleo?, ¿es buena forma acabar con la pobreza de un país «estrangulando» financieramente al pobre y negándole la posibilidad de tener las mismas oportunidades que el pudiente?
No se lo que harán los españoles el 20N, ante la angustia del desempleo y falta de crecimiento económico del país a corto plazo, aunque de confirmarse las estadísticas, las cuales muestran un claro vencedor.

« Mariano Rajoy, de llevar adelante las medidas que está pensando y que jamás ha dicho directamente a los ciudadanos, ya le auguro, Señor Rajoy, que va a tener un mandato donde 365 días, que son los que tiene un año, 360 días serán para huelgas y manifestaciones en protesta por los recortes de derechos. Una vez llegado ese momento, en el que el pueblo hable, ¿también recortará en derechos de libertad de expresión?.»

España necesita cambios, pero si los cambios vienen en forma de recortes de derechos de algún tipo, especialmente en educación y sanidad, no es el cambio que necesita un país.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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