Europa se prepara para afrontar la mayor época de austeridad de su historia. Mientras que el ojo del huracán parece estar colocado en la crisis de Grecia, ya son muchos los que se preparan para el caso de que se produjera un contagio a España e Italia, pues no te quepa duda, de que el mensaje que lanzaba Alessio Rastani (sea broker, trader o niñera) era muy cierto. Mientras que millones de ciudadanos y empresas luchamos por nuestra supervivencia, una minoría trabaja muy duro para salir ganando con la miseria.
Grecia necesita dinero líquido urgente. Las empresas y negocios locales están ahogados económicamente y no ven una solución. Los bancos griegos están acorralados y ahora les toca bailar al «son» del capital. Ya son decenas de empresas internacionales las que han visto su gran oportunidad en Grecia. Por poner algunos ejemplos, la multinacional NIKE ha encontrado un edificio a mitad de precio donde antes había un banco griego.
Por otra parte H&M y Mango se encuentran negociando para adquirir locales céntricos cuyos dueños estén endeudados y necesiten dinero urgente.
Especuladores de empresas ya se han instalado en Grecia donde su función será detectar empresas con severos problemas de endeudamiento para ofrecérselas a sus clientes, los cuales suelen ser grandes corporaciones americanas sobre todo, y algunas europeas. Empresas internacionales pudientes económicamente, encontrarán oro donde los griegos ahora mismo únicamente ven paja.
Bancos y Gobierno también son un negocio
Aunque no solo las empresas verán oportunidades de negocio con un mercado griego «machacado», sino que el propio gobierno y sistema bancario griego también se convertirá en un excelente negocio.
El gobierno deberá buscar liquidez con la propia venta de sus activos, y estos activos ahora mismo están de oferta, por lo que no será difícil que una compañía de inversión pudiente encuentre una oportunidad que aparece una vez en la vida, por no hablar de las privatizaciones a precio de «coste».
Los grandes fondos de cobertura (Hedge Funds) arrasarán en la compra de deuda pública y bancaria, por no olvidar los «Fondos Buitre» que ya están merodeando la zona.
La otra noche, en una entrevista emitida por la CNBC se hablaba con un gestor de este tipo de fondos para una compañía americana. El presentador le preguntaba si no se sentían culpables por enriquecerse a costa de la miseria ajena.
La diplomática respuesta del entrevistado fue:
«A nadie le gusta hacer dinero con la miseria, pero si Grecia necesita que alguien compre la deuda y nosotros podemos ayudar, saliendo beneficiados, está claro que alguien tiene que hacerlo. ¿Por qué no hacerlo nosotros?»
Está claro que donde la sociedad ve ruina, miseria y peligro de contagio, hay un selecto club que encuentra oportunidades de negocio y no le preocupa demasiado el riesgo de contagio. No vamos a decir que estén deseando que la crisis griega contagie al resto del mundo, aunque de ocurrir tal circunstancia, no te quepa duda de que estarían muy preparados para enriquecerse con el CAOS.
