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La figura del Mentor / Tutor en las Empresas

Nos encontramos  en una empresa que por un lado tiene trabajos rutinarios y por otro las personas encargadas de esas funciones tienen un carácter excesivamente rotatorio. Son labores cuya formación está muy desarrollada y cuya vigilancia suponen los únicos mecanismos de control de calidad para esas funciones.

Esas tareas productivas son encargadas a personas jóvenes, en muchos casos como primera experiencia profesional y vienen precedidas de una formación previa. También es la figura en la que se apoyan las nuevas incorporaciones en las empresas, que en ocasiones, supone ese paso hacía adelante en su desarrollo personal y profesional.

El tutor o el mentor, es la persona a la que van a acudir para pedir ayuda, trabajo y el que les va a resolver todos sus problemas. De su comportamiento  y su trabajo diario, el nuevo empleado puede convertirse en un gran profesional de futuro.

Las definiciones

El tutor, por definición, es la institución que guarda y vigila los intereses y comportamientos de sus personas a cargo. El mentor, es aquella persona que ejerce la función de aconsejar o guiar a otro en algún aspecto debido a su experiencia o  conocimientos profesionales que sirven de guía a jóvenes menos expertos.

La suma de funciones permite desempeñar una figura en la empresa, que debidamente formada, puede repercutir grandes beneficios para la Organización.

La motivación para crear esta figura profesional

Pueden ser varias las razones por las que una empresa tenga la necesidad de formar a empleados como tutores o mentores de las recientes incorporaciones en la empresa.

Vigilancia: Son las encargadas de controlar el trabajo que realizan los nuevos empleados. Resuelven sus dudas, resuelven los problemas que puedan ocasionarse, les mantienen ocupados y supervisan la calidad de sus esfuerzos productivos.

Productividad: probablemente la formula de candidatos jóvenes para tareas rutinarias viene justificada para abaratar costes productivos y dedicar a la plantilla oficial a tareas de contenidos mas valiosos para la empresa, dedicando menores esfuerzos a trabajos que causen desmotivación a la plantilla o una infravaloración de los recursos.

Selección: en muchos casos estos trabajos rutinarios son el primer escalón dentro de as tareas de una empresa y un tutor o mentor acostumbrado a nuevas generaciones profesionales tiene el olfato suficiente para encontrar talento en bruto en los nuevos compañeros. Será un mecanismo para descubrir aquellos posibles candidatos para la empresa por su ilusión, trabajo en equipo, formación, etc. Luego existirán otras formas para seguir vigilando el talento de estos jóvenes  recién incorporados en la empresa.

Los mecanismos

Es imagen, es producción y también posibles talentos. Son los trabajos más sencillos, pero también forman parte de tu empresa, por lo que, esos tutores o mentores y los contenidos y dedicación que realicen a los nuevos compañeros, será el resultado de la satisfacción del empleado cuando se vaya de tu empresa. Por lo tanto, del trabajo bien hecho, nosotros habremos ganado en productividad, pero aquel compañero que ha vivido profesionalmente con nosotros puede llevarse un grado mayor o menor de satisfacción e imagen de nuestra empresa.

Para estas funciones, debemos haber elaborado un buen desarrollo formativo del compañero. Debemos haber marcado una serie de objetivos claros, medibles y cuantificados, que hayan permitido al joven compañero empezar por las tareas más sencillas, para ir subiendo de nivel según iba aceptando nuevos retos dentro de la empresa.

Es el tutor o el mentor el encargado de mostrar nuevas tareas, enseñarlas y vigilarlas. Son los objetivos, las maneras de hacerlos y, también los resultados de los mismos. Cuanto más minucioso y detallado sean estos objetivos, más fácil de medir y controlar para obtener mejores beneficios.

Los objetivos son las tareas a desarrollar y las maneras de poder realizarlas con satisfacción. El mentor, experto en estas funciones, es el encargado de vigilar, supervisar y responder a las dudas ocasionadas en el desarrollo diario.

Hablaremos de los objetivos más adelante.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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