Si bien se ha intentado desmentir la intención de Grecia de abandonar el euro, lo cierto es que ya no todo queda en una preparación de plan de contingencia «por si acaso». Según las estimaciones de los economistas de Citigroup, Grecia se estaría preparando para abandonar el euro el 1 de enero de 2013. Está claro que a Europa no le interesa que Grecia abandone el euro, pues podría producirse un contagio en toda la euro-zona.
Cada país debe preparar un plan de contingencia individual para paliar los efectos de la salida. El dinero público que se juega Europa si se hace efectiva dicha salida, sería en torno a los 300,000 millones de euros y en el caso de España serían 40,000 millones. Ahora bien, según las estimaciones de las autoridades griegas, el país se está quedando sin dinero en efectivo, por lo que para Junio podría tener serias dificultades tanto para pagar pensiones, salarios públicos como para hacer frente a los pagos de los acreedores oficiales.
Todas las esperanzas se pondrían en las elecciones del 17 de junio con la esperanza de que se forme un Gobierno competente y que acepte las condiciones de Europa, aunque ya se puede predecir la dificultad de que salga elegido un gobierno que acepte las políticas austeras que hasta ahora no han llevado a la población helena a vislumbrar una salida de la crisis.
Según algunos expertos, es muy previsible la puerta que escogerá Grecia, y es emplear la propuesta que Jonathan Tepper exponía como solución para España.
Grecia deberá salir del euro por motivos relacionados con su limitación de reservas en efectivo, para, poder de esta forma imprimir su propio dinero y poder cubrir sus gastos. Citi añade que la nueva moneda griega inmediatamente caería un 60% frente al euro.
Una vez puestos en este nuevo escenario, Citigroup cree que el producto interno bruto de Grecia se reduciría en un 10% en 2013. Sin embargo, podría repuntar un 4-5% para 2015-2016, ya que las ganancias en competitividad de costos harían aumentar las exportaciones y en especial el turismo.
¿Problemas para el resto de Europa?. Suponemos que llegado ese momento, la ola de contagio sería inevitable. Algunos países sufrirían las consecuencias más que otros y durante algún tiempo sembraríamos dudas a los ojos de posibles inversores exteriores.
No sabemos si finalmente Grecia se quedará o se marchará, por lo que esta duda también impide el ansiado rebote en los mercados al no saber si el plan de contingencia sería del todo efectivo, aunque muchos son los que creen que las bolsas ya tienen más que descontada la salida de Grecia del euro.
El caso es que es irónico cómo un país tan pequeño tiene en jaque a los mercados de todo el mundo.
