Actualización 10-6-2012
Como ya argumentábamos ayer mismo, finalmente el rescate a la banca española se ha llevado a cabo, por lo que es momento de explicar cómo afectará la nueva situación al bolsillo de los españoles.
En principio, no se han exigido muchos requisitos por parte de Europa, por lo que se podría usar, efectivamente el eufemismo de «ayuda» o «financiación europea», lo que hace que los recortes y ajustes puedan no ser tan duros como los que se le exigieron a Grecia, Islandia o Portugal, pero debemos contar con que habrá más recortes.
Podríamos decir que en ciertos aspectos, ésta intervención de Europa en la banca española tendrá su dosis positiva en los mercados y por tanto en España, ya que contamos con que la prima de riesgo baje, y por tanto, nos cueste más barato colocar nuestra deuda. La bolsa también notará positivamente esta noticia, dando lugar a que los inversores vuelvan a entrar con fuerza en las empresas españolas al haber desaparecido ya esta incertidumbre de no saber el camino que iba a seguir nuestro país.
Desaparece de esta forma el miedo a un posible corralito, ya que ahora los españoles confiarían en la seguridad de sus ahorros dentro de los bancos (pues supuestamente estarían saneados).
Eso sí, debemos prepararnos para, posiblemente, nuevas subidas de impuestos, algunas privatizaciones y, como ya dijimos, nuevos recortes.
8-6-2012
En unas pocas semanas, el rumor de que España tuviera que solicitar un rescate a Europa, ha pasado de ser casi-imposible a muy probable. Incluso ya son demasiados los medios de información internacionales que dan por hecho el rescate de la banca española y aseguran que este sábado España llegará a un acuerdo con Europa para solicitar la cantidad de capital necesaria para la recapitalización de la banca española.
España tarde o temprano debía tomar la decisión, o bien de solicitar ayuda externa, o bien, estudiar la salida de la zona euro. Por mi parte, sería más partidario de la salida de la zona euro, por diversos factores económicos que no vamos a entrar en detalle, aunque ya nos los explicaba Jonathan Tepper perfectamente. El presidente del Gobierno nos ha estado «dando cremita» durante estas semanas, dejándonos caer que un rescate para España no sería el caos, pues Irlanda salió de la crisis y Portugal convive pacíficamente con el rescate.
En cierto modo tiene razón, pues un rescate sería aire fresco para el país y los mercados, los cuales llevan toda la semana haciéndose la idea de la intervención de la banca española, como podemos ver, ha sido la semana con las mayores subidas del año en bolsa. Ahora, bien, ¿cuáles serán las consecuencias del rescate a corto, medio y largo plazo?.
No vamos a entrar en términos técnicos. Un rescate es únicamente un «préstamo» que nos dan y que debemos devolverlo. Como decía Ignacio Escolar, perfectamente se podría usar el eufemismo de llamarlo inversión europea en España. Claro que ese préstamo se da con unas condiciones que España debe aceptar, conviertiendo a España (perdonadme por la expresión) en la «puta» de Alemania. ¿Qué condiciones serán?.
No sabemos a ciencia cierta las condiciones que se le exigirán a España en caso de aceptar el rescate, aunque nos podemos hacer una idea: Aumentar la edad de jubilación, bajar pensiones, bajar prestaciones por desempleo y en definitiva, más recortes. Es cierto que no será el caos, al menos para las altas esferas, ya que el nuevo esfuerzo recaería nuevamente sobre las familias cuya economía está considerablemente más castigada. ¿Remontará la economía española gracias al rescate?.
En el corto plazo estoy seguro de que no, aunque sí que se daría un periodo en el que ganaríamos confianza, pues una vez que nuestro sistema financiero sea rescatado , ya no quedarían más noticias negativas para España y, supuestamente, España ya sólo tendría una dirección de recorrido, que es hacia arriba.
Claro que España tiene una cifra que podría hacer inservible el rescate y las condiciones de este. La cifra es el 23%, y es que con un 23% de desempleo, si volvemos a meter la tijera y el Gobierno no ejerce las políticas económicas correctas, de poco serviría el rescate.
Si el dinero que se recibe para recapitalizar la banca no se usa para abrir el grifo del crédito, tendríamos un sistema financiero sano, pero una población que estaría en el umbral de la pobreza y una economía retraída.
Para aquellos que asocian el rescate con el corralito, símplemente decir que no se debe tener preocupación por un posible corralito, todo lo contrario.
En resumen: Va a llegar lo que se decía que no iba a llegar, aunque por una parte no es una mala noticia, sino algo esperable y un posible soplo de aire fresco. Una vez la banca sea rescatada, es cuando la economía de España estará únicamente en manos de un gestor, Mariano Rajoy, donde a partir de ese momento, se podría comenzar a medir su valía, para bien o para mal.
