La Ley de Murphy se está cumpliendo a rajatabla cuando hablamos de economía global, y es que como bien aplica esta cómica ley, «si algo puede salir mal, saldrá mal». Los expertos aseguraban que los mercados habían descontado ya todas las noticias negativas, pues pocas nuevas situaciones negativas se podían dar ya.
Si hacemos un balance de este 2012, lo cierto es que lejos de solucionar la mayoría de los problemas a los que se les intentaba dar una solución, lo único que se ha conseguido es acumular nuevas incertidumbres a las que se añaden nuevos problemas.
Esto es una crisis económica mundial en plena metástasis, por lo que las zonas que aún no han sido afectadas, serán afectadas. Nadie dijo que en un mundo globalizado, todo iban a ser ventajas.
Sigue sin haber acuerdos con Grecia, un país que espera otro nuevo paquete de rescate. España muestra unas cifras económicas que dan auténtico pánico, aunque no tanto como su nivel de desempleo. Aún así sigue sin pedir el rescate, un rescate que de llegar con condicionalidad, segaría las posibilidades de crecimiento (y quizás por eso no se pida ese rescate).
Estados Unidos animaba con su posible salida de la recesión, pero finalmente, en el circo del Tío Sam han crecido los enanos con el precipicio fiscal, donde el Presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke asegura que de no darle una rápida solución, se corre un latente riesgo de caer nuevamente en una recesión.
La luz al final del túnel se encontraba en el crecimiento de los países emergentes, los cuales tirarían de la economía global, de no ser porque los emergentes se están desacelerando. China se está desacelerando con fuerza y está contagiando al resto de los grandes emergentes.
Claro que el verdadero foco se encuentra en Europa, una unión de países donde cada uno mira por su propio ombligo, donde los países fuertes ponen las condiciones a los débiles, debilitándose a sí mismos, pues Alemania y Francia comienzan a desacelerarse.
La cumbre de Bruselas, donde no se esperaba que se llegara a acuerdo alguno (para variar) ha acabado siendo una pérdida de tiempo para los representantes de los países y una pérdida de dinero para el contribuyente, pues finalmente la señora Merkel y el señor Cameron, son partidarios de más ajustes, y donde algunos países ven excesivos los recortes, la reina de la tijera (Angela Merkel) cree que habría que recortar más.
Dentro de este nefasto panorama, y centrándonos en Europa, ¿podrían surgir más malas noticias?. Lamentablemente, algunos ven en la negativa de Alemania al supervisor único europeo el que pueda salir de los bancos alemanes y franceses una basura similar (esperemos que menor cantidad) a la que se encontró en los bancos españoles.
Perspectivas de los mercados en el último trayecto de 2012.
Nuevamente diremos que no hay absolutamente ningún motivo lógico y/o racional para que las bolsas suban, lo cual no significa que no vayan a subir, pues el mercado no es racional. Históricamente las fechas navideñas han sido fechas en las que los mercados han subido, pero mucho ojo, pues este año es distinto.
Para Jose Luis Cava, analista técnico independiente, los soportes han funcionado perfectamente y deberíamos prepararnos para comprar, según comentaba a Estrategias de Inversión. En cambio, para el señor Roberto Moro, analista de Apta Negocios, cuando acabe el rebote de los mercados americanos, que según él podría acabar para la semana que viene, el mercado americano entrará en una nueva corrección, y no habría que descartar que nuestro IBEX se dirigiera a los 7.200 puntos, lo que significaría romper el soporte de los 7.500.
Cualquier cosa puede ocurrir, y cualquiera se puede equivocar, pues recordemos que los analistas aconsejaban salirse de la bolsa en los meses de Julio y Agosto, por las grandes incertidumbres que existían, y finalmente las bolsas tuvieron un rally alcista muy importante.
Claro que ahora no hay incertidumbres, sino certezas de que la cosa está completamente jodida. Aún así, podemos encontrar un mercado alcista, pero al igual que en el sexo, toma precauciones, usa protección (stop loss) y no te metas en la cama con cualquier valor.
