El principio de la inversión en bolsa es muy sencillo: «Compra barato y vende caro». Al menos eso sería lo ideal, aunque por desgracia, la mayoría de inversores suelen ejecutar acciones contrarias a lo que sería lo correcto, y es por eso que muchos piensan que la bolsa tiene mucho riesgo y que es muy peligroso invertir en ella.
Antes se solía decir que los inversores minoristas perdían dinero porque no sabían en qué consistía la inversión en bolsa. Hoy podríamos decir que pierden dinero por dejarse llevar por los consejos de los que entienden de bolsa. Es más, no sólo toman malas decisiones los inexpertos, y es lo que vamos a ver a continuación junto con algunas estadísticas… y cómo no, volveré a dar algunos consejos para que de una vez por todas queden claros algunos puntos.
En este gráfico que mostramos a continuación, cortesía de BlackRock, podemos observar el flujo de capital de los fondos de inversión ante el S&P 500 entre el año 2.000 y el 2010. Si bien repetimos que el secreto de la bolsa es comprar cuando está barato y vender cuando está caro, el gráfico nos muestra cómo el flujo de capital de los fondos es bajo cuando la bolsa está baja y es muy alto cuando la bolsa está alta. Este gráfico podría ser de cualquier índice, ya que esta situación se da con los inversores en los índices de todo el mundo.
Esto explicaría también el por qué la mayoría de los fondos de inversión no generan dinero a sus clientes o la rentabilidad generada está muy por debajo de la esperada por el inversor. Invertir de esta forma es buscar el rendimiento negativo, pero es muy normal que gran parte de los inversores lo hagan, debido a que la mayoría de los inversores pescan en los mismos ríos.
Según un estudio reciente realizado por Longboard Asset Management, éstos serían los porcentajes de metedura de pata de unos 5.000 inversores minoristas entre 1983 y 2007. Es decir, los inversores invirtieron en acciones muy diversas, y en su mayor parte, o fallaron en la compra de acciones o fallaron en el momento de comprarla.
- El 40% de las acciones que eligieron los inversores fueron inversiones NO rentables. Los inversores escogieron acciones que en lugar de subir como ellos esperaban, comenzaron a bajar, algunas más rápido y otras con menor intensidad.
- El 19% de los inversores invirtieron en acciones que acabaron perdiendo un 75% de su valor. En este grupo entrarían accionistas que compraron Bankia y similares.
- El 30% de los inversores invirtieron en acciones que tuvieron rentabilidad, aunque inferior al índice.
- El 11% eligieron las acciones que fueron las responsables de gran parte de la subida de los mercados. Es decir, eligieron acciones ganadoras.
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