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Para salir de deudas, vivió secretamente en una furgoneta hasta pagar el último dólar.

Llevamos todo este mes hablando de las deudas y dándole su debida importancia, que no es poca, y muchas personas no son conscientes (Leer: La inversión más rentable es invertir en el pago de la deuda). No es el caso de Ken Ilgunas, un estudiante universitario, que tras pedir un préstamo para la universidad, se dio cuenta de que si no lo pagaba rápido, no partiría desde cero, sino desde -32.000 dólares, una deuda que iba creciendo. Los intereses por demora del pago ya comenzaban a incrementar seriamente su deuda.


En una entrevista que le han realizado en Business Insider, cuenta cómo no fue consciente cuando pidió el préstamo, debido a la falta de educación financiera que tienen en Estados Unidos (vente entonces para España y verás, Ken). No dudó en introducirse en lo que yo denomino en Finanzas personales como la cárcel financiera, aunque en este caso, Ken se lo ha tomado prácticamente en el sentido literal y no dudó en hacer de una furgoneta su vivienda para ahorrar el máximo.

Una vez que está libre de deudas (tardó 2 años), Ken tuvo la idea de negocio de escribir un libro explicando paso por paso cómo consiguió salir de deudas y además, ahorrar dinero, lo que denominamos un «formateo» de nuestras finanzas.

Cuenta este joven que estaba estudiando una carrera con pocas salidas a la hora de hacer prácticas en el corto plazo, como son Inglés e Historia, por lo que sus perspectivas de empleo eran 0, y para pagar su deuda de 32.000 dólares + sus gastos cotidianos era una utopía,ya que únicamente tenía un trabajo de «empujar carritos» en unos grandes almacenes a 8 dólares la hora. Evidentemente no le llegaba para el día a día y además pagar su deuda.

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Atrapado y acorralado por la situación, decidió trasladarse a Alaska. Durante 2 años, comió y durmió en la parte de atrás de su furgoneta, mientras trabajaba y continuaba estudiando. Afirma que fue la única forma que se le ocurrió de no tener que pedir más préstamos.

Ken buscó trabajo en Alaska de guía local, cocinero, de chico de los recados y de todo lo que se le ocurriera y que la gente necesitara. Asegura que conoció muchísima gente. Dice que limitó su nivel de vida al máximo. Únicamente tenía el gasto de comida. Todo lo demás, cada dólar que ganaba, lo invertía en el pago de sus deudas. «Te sorprenderías a tí mismo de cuánto se puede ahorrar si limitas tu nivel de vida al mínimo«.

Si debía trasladarse de un lugar a otro, lo hacía en auto-stop, aunque en muchos lugares está prohibido, Ken asegura que es el transporte más económico 🙂

Comenzó a analizar que cada gasto debía tener una utilidad. Tenía que resolver el problema de la ducha y el aseo, por lo que se apuntó a un gimnasio donde por 40 dólares al mes, podía hacer ejercicio y ducharse todos los días. Para no tener que pagar por internet, convirtió la biblioteca del pueblo en su segundo hogar y lugar de trabajo y estudio, ya que tenían wifi gratis.

Empleó algunas de las ideas que hemos dado para ganar un dinero extra, como convertirse en un ratón de laboratorio. Llegó a participar en más de 12 estudios médicos donde le pagaban por participar.

Al año de cárcel financiera, consiguió pagar 18.000 dólares de deuda, más de la mitad. Al siguiente año, consiguió salir completamente de su deuda y prometió no endeudarse jamás.

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Y lo mejor de todo es que cumplió con uno de sus principales requisitos para iniciar este camino, y es que nadie podía enterarse de que vivía en una furgoneta, y lo cierto es que hasta que no ha publicado su libro y lo ha comentado en su blog personal, nadie lo ha sabido. Cumplió su segunda promesa también, y es que no llegó a pedir dinero a nadie, ni siquiera a su propia familia.

Cuando se le pregunta si no le parece demasiado alocado lo que hizo, Ken responde que para nada, pues tuvo lo que todo el mundo tiene, que es un lugar para dormir, pues consiguió adaptar perfectamente la parte trasera de su furgoneta, un lugar donde ducharse dignamente (el gimnasio) y su salón o sala de trabajo (la biblioteca). Asegura que después de 2 meses te adaptas perfectamente y que si nadie lo sabe, nadie te trata como un vagabundo.

Tras graduarse finalmente en 2011, lo hizo libre de deudas y con ahorros. En la actualidad, tras su primer libro publicado, el cual promete ser un éxito después de aparecer en todos los medios, está trabajando en un segundo libro. En la actualidad, continúa teniendo 0 dólares de deuda.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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