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17 errores comunes a la hora de hablar en público y cómo solucionarlos

Existen algunos errores al hablar en público que son muy fáciles de corregir. En cualquier caso, la práctica y experiencia acumulada ayuda si sabes dónde estás cometiendo estos fallos.

errores hablar en público

Vamos a ver cuáles son los errores más comunes a la hora de hablar en público y algunos consejos para que nuestro discurso tenga más impacto y sea más recordado por nuestro público.

Es importante aprender habilidades de comunicación, y entre ellas, el hablar en público, pues hoy día, por diversos motivos, en muchos casos, deberemos hablar para la gente (a veces en una reunión de trabajo, otras, para hacer una presentación..) Así que además de algunos consejos que ya dimos para perder el miedo a hablar en público, hoy vamos a ver algunos errores comunes que podemos cometer cuando nos dirigimos a las personas en una charla.

El objetivo cuando hablamos en público es: «no cansar o aburrir al oyente, intentando captar toda su atención y además denotar seguridad en nosotros mismos y en el contenido de nuestra charla». Es el objetivo en el que nos vamos a centrar, pues realmente es donde se comenten los principales errores que por suerte tienen solución.

Errores a la hora de hablar en público.

 

1. Cansar con datos y estadísticas.

Hoy día sabemos que menos del 30% de nuestro público recordará  los datos y estadísticas que mostraste durante tu exposición, pero más del 70% del público recordará las historias que contaste. Nuestro cerebro es atrapado con historias, pero se duerme con demasiados datos al ser algo más aburrido. Si el cerebro no se está divirtiendo, directamente no presta atención.

2. El uso de tecnicismos es uno de los mayores errores al hablar en público.

Los oradores principiantes piensan erróneamente que darán la sensación de ser más inteligentes si usan todo tipo de lenguaje técnico, pero esa no es la definición de inteligencia. Inteligencia es exponer algo complicado de forma sencilla. Si usas un lenguaje que únicamente lo entienden las personas inteligentes, te harás ver más inteligente para esas personas, pero una parte de tu público no se enterará.

Si adaptas tu lenguaje para que lo puedan entender las personas menos inteligentes, todo el mundo captará tu discurso, incluidas las personas más inteligentes. Entonces sí. Ahora eres inteligente para toda la sala.

3. No tener ensayado el discurso.

En ocasiones, el exceso de confianza en nosotros mismos puede hacer que pensemos que ya sabemos lo que vamos a decir y cómo lo vamos a decir. No ensayamos el discurso, nos subimos al escenario y PUMM!! Mente en blanco. Nos vemos obligados a improvisar y usar todo tipo de coletillas, saltos en el tiempo, etc..

Un consejo para todos aquellos que hablen en público es tener «anclas», es decir, un lugar donde volver en caso de que te pierdas. A menudo puede ser una historia que ibas a contar igualmente en algún momento de la charla, una broma o cualquier cosa que no «desafine» dentro del discurso que estabas dando.

Ver también:  9 Errores en el lenguaje corporal que te pueden costar el trabajo.

4. Tener demasiado ensayado el discurso también es un error de cara al público.

Al igual que no ensayar, tener el discurso demasiado ensayado puede hacer que mecanicemos el discurso y se pierda una parte esencial para mantener la atención de nuestro público: la naturalidad y las emociones. Se suele aconsejar el tener ensayadas las ideas principales, pero igualmente, no ensayar tanto la parte emocional del discurso, como ya explicamos en nuestro anterior artículo con los consejos de una experta en oratoria.

Ver: Experta en oratoria aconseja evitar estos 5 errores al hablar en público para parecer más seguro e interesante.

 

5. Las «coletillas».

Probablemente todo el mundo haya tenido una «coletilla» (palabras o expresiones repetidas en todas las frases) a lo largo de su vida, y esperemos, por su bien, que haya tenido a su lado a una persona sincera dispuesta a avisarle, sobre todo si suele hablar en público o para un público.

6. Las palabras comodín y tartamudeos.

Los «ummm, ehhhh, aaaa» son denominados como «palabras comodín». Estas «no palabras» las incluimos dentro de las 10 palabras que debes borrar de tu vocabulario. No sé si alguna vez has comenzado a ver un vídeo en internet donde explican algo, y a los 2 minutos has tenido que dejarlo al provocarte una sensación de ansiedad debido a ese interés por ver un mensaje que parece te lo están trasmitiendo por capítulos y con gran cantidad de publicidad. Estas palabras, así como el tartamudeo son ideales para segar la capacidad de atención de los oyentes.

7. Hablar demasiado rápido.

Muchas personas piensan que el hablar demasiado rápido hará que nos perciban como una persona más segura que sabe de lo que está hablando. También piensan que de esta forma no aburrirán a su público. Se piensa falsamente que los silencios son malos en una exposición al hablar en público. Pero esto no es del todo correcto. Los mejores oradores saben que es de vital importancia que las partes más importantes del discurso deben hacerse con una buena entonación, despacio y es recomendable darle tiempo al oyente a asimilar el mensaje.

Una persona segura de sí misma conoce el poder de los silencios y no tiene miedo de perder la atención de su público por provocar algunos silencios.

8. Hablando en voz demasiado baja.

Hay que proyectar la voz correctamente. La mayoría de las personas que hablan muy bajo suelen tener un problema de timidez e inseguridad. Pero hay un mínimo porcentaje de personas que hablan muy bajo porque nadie les ha enseñado a proyectar correctamente su voz.

Ver también:  Trucos psicológicos para ser una persona más segura aunque no tenga confianza en mí mismo.

En cualquier caso, sea por el motivo que sea, la sensación que darás será la de inseguridad, así que es algo que se debe cambiar. Hoy día es más fácil que nunca el grabarte y escucharte a ti mismo en una charla. Es la mejor forma de ver en directo todos los posibles errores.

9. Apagar la voz al final de las frases.

Algunos oradores son conscientes de la importancia de resaltar contenido importante en las frases, pero olvidan mantener el tono de voz adecuado hasta el final de las frases. En una ocasión asistí a una charla donde el orador nos dejaba a medias, ya que apagaba la voz al final de las frases.

Algunos oyentes lanzaron indirectas para que subieran el volumen del micrófono, lo que provocó que fuera molesto durante el tiempo que hablaba alto e igualmente no escuchábamos lo que decía al final de la mayoría de las frases.


Ver: Consejos para hablar en público del campeón mundial de oratoria


10. Voz monótona.

Probablemente el condimento final para dormir al público. La voz no puede ser un encefalograma plano, y no se trata de provocar altos y bajos en el tono de la voz, sino en la entonación para mostrar entusiasmo y pasión. Siempre pongo de ejemplo al analista Jose Luis Cava, el cual puede llevar razón o no en sus charlas, pero aburrirte nunca te vas a aburrir escuchándole hablar. (En este vídeo puedes ver también una coletilla: «¿queda clara la idea?»).

11. La falta de lenguaje corporal es uno de los errores más comunes a la hora de hablar en público.

Nuestros gestos deben acompañar nuestras palabras. El lenguaje corporal debe estar en su medida justa.  La falta de lenguaje corporal podría aburrir, mientras el exceso de lenguaje corporal podría distraer. Debes sentirte cómodo con los gestos, aunque debes algunos gestos corporales conocidos como meterte las manos en los bolsillos o cruzarte de brazos.

(Leer: 7 técnicas de lenguaje corporal que te ayudarán en los negocios)

12. Forzar comentarios graciosos.

Se suele aconsejar emplear el sentido del humor para hacer más amenas y divertidas las charlas. Pero tengo una mala noticia, y es que no todo el mundo es gracioso, y hay una línea muy fina entre una persona graciosa y algo parecido a un payaso cuando esa persona carece de sentido del humor natural.

Teniendo en cuenta que uno de los consejos más comunes a la hora de dar una charla es que hay que intentar divertir al público y meter dosis de humor, algunos intentan forzar demasiado esto y caen en los chistes fáciles. El resultado no suele ser bueno.

Ver también:  4 Mitos sobre el trabajo, la oficina y el ser más productivos en la empresa.

13. Los jadeos.

Los micrófonos juegan malas pasadas, y en ocasiones captan perfectamente cómo inhalamos y exhalamos el aire, provocando jadeos que nos mostrarían como ansiosos o nerviosos, y transmitiendo ese mismo sentimiento a los oyentes.

14. No mostrar entusiasmo – El mayor error al hablar en público.

Algunos oradores…. sencillamente… no tienen entusiasmo por lo que están hablando. Puede ser debido a que hayan dado el mismo discurso 10 veces a lo largo del mes o porque estén hablando de ese tema de la misma forma que podrían estar hablando de jardinería. Por desgracia, el entusiasmo es muy difícil de falsear para oyentes expertos.

15. No ajustar el discurso a tus oyentes.

Debemos saber quién es nuestro público y para qué han venido. No es lo mismo dar una charla de finanzas y  dirigirte a un público de trabajadores de banca, que dar esa misma charla a un grupo de personas sin conocimientos técnicos en tema de finanzas.

Siempre solemos aconsejar en este sentido que usemos un lenguaje coloquial y sin demasiados tecnicismos. Un lenguaje técnico lo entiende la gente con más conocimientos técnicos. Un lenguaje coloquial y sencillo, lo comprende todo el mundo (incluida la gente con conocimientos técnicos).

16. No ser una persona auténtica.

No hay que perder la naturalidad, pues ésta debe ser nuestro sello inconfundible. No caigas en el error de intentar mostrarte ante el público como no eres en realidad, incluso intentando aparentar ser más de lo que eres y saber más de lo que sabes.

Por lo demás, se trataría de ir adquiriendo experiencia hasta dominar perfectamente el ritmo y entonación de nuestras palabras, la colocación ideal de pausas entre frases y el ir adquiriendo la capacidad de pensar en la siguiente frase que vamos a decir sin perder atención en la frase que estamos diciendo. Con la experiencia y la práctica se van limitando la mayoría de los errores que cometemos al hablar en público.

Estos serían los errores más comunes a la hora de hablar en público. Por supuesto hay muchos más, pero si tienes que hablar en público debido a tu trabajo, estos tienen fácil solución. No obstante, recordamos que la mejor forma de mejorar y ganar confianza, así como perder el miedo a hablar en público, sin duda es hacerlo el número máximo de veces que puedas. Con miedo, pero lo haces. Con inseguridades, pero lo haces. Al final es como sacarse el carnet de conducir. Piensa en lo difícil que era cuando comenzaste. Ahora ni siquiera piensas en si es fácil o difícil. Simplemente lo haces.

Ver: Estas son las técnicas de los mejores oradores TED
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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