Existen 2 dichos dentro de la educación financiera que funcionan a modo de verdades universales: 1. Un tonto y su dinero no están mucho tiempo juntos. 2. Las personas que no saben gestionar su dinero no merecen tenerlo. Es por eso que siempre aconsejo el ser nosotros mismos los que gestionemos nuestro capital. De esta forma, dejas de ser «tonto» (financieramente hablando) y aprendes a gestionar tu dinero, mereciendo tenerlo.
El último caso conocido de desastre financiero personal es del español Francisco Guerrero, al que le tocó una Bonoloto de 6 millones en 2006, y en la actualidad está sin dinero y endeudado. Su principal error: «poner el dinero en manos de terceros e invertir en productos de inversión que no entendía, pero sobre todo, confiar en un banco e ignorar el mensaje de advertencia de todo lo que lleve la palabra «Fondo».
Francisco Guerrero confió en los gestores del banco, los cuales le decían que su dinero rendiría perfectamente en unos fondos estructurados (estructurados tridente), los cuales se le vendieron como una forma de inversión conservadora, cuando realmente es una inversión de riesgo absoluto.
Dice haber invertido en otros productos de inversión que no entendía, pero que a la vista de su cuenta a 0€, podemos deducir que eran productos de inversión de toxicidad elevada.
Según el diario El Mundo, ahora Francisco demandará a Banco Santander por hacerle la «jaula financiera», afirmando que se siente engañado, timado y robado.
Francisco está además endeudado al otorgarle créditos para montar su empresa a pesar de tener liquidez suficiente. Esos créditos ahora debe pagarlos.
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Pero aún hay más, y es que Francisco ya había tenido una mala experiencia anteriormente con la inversión en productos de riesgo en otro banco, por lo que a pesar de advertir a Banco Santander de que no quería asumir riesgos de ningún tipo, el director de la sucursal, únicamente quería quitarle ese dinero, ya que Francisco, a pesar de Pasar el test de idoneidad, el cuestionario MIFID, que evalúa el perfil como inversor, no era un tiburón de las finanzas, sino un pobre trabajador con mucho dinero. Y eso le convierte en la víctima perfecta para los carroñeros de las entidades financieras.
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Puede que muchos piensen que lo que le ha ocurrido a Francisco es un caso excepcional y que a tí nunca te pasaría, pero estadísticamente, si no tienes unos conocimientos financieros y recibes un premio multimillonario de lotería, la probabilidad de quedarte sin nada es extremadamente alta. De hecho, Francisco únicamente es una persona más dentro de las personas que les ha tocado la lotería y se han arruinado rápido.
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