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11 cosas que nunca debes decir en una entrevista de trabajo.

Además de muchos otros errores relacionados con el lenguaje corporal y los típicos considerados errores más escandalosos en entrevistas, hay ciertas palabras o frases que usadas en una entrevista de trabajo pueden hacer sonar la alarma de inmediato en la cabeza del entrevistador o cambiar rápidamente su visión con respecto al candidato.

Michael Kerr, un conferencista internacional de negocios recoge algunas de las expresiones más comunes en candidatos que son rechazados por el entrevistador al mostrar una falta de creatividad e inteligencia emocional. Es importante saber lo que se dice, pues no hay que olvidar que una entrevista de trabajo no es diferente a una conferencia, aunque en la entrevista nuestro público suele ser una sola persona que está muy atenta a lo que decimos.

Aquí hay 11 cosas que nunca debes decir en la entrevista de trabajo.


1. Estoy muy nervioso/a.
Esta expresión es más típica en las mujeres que hombres. De hecho, hace tiempo podía resultar empático e incluso gracioso, sobre todo viniendo de una mujer, pero hoy día, ninguna empresa quiere contratar a alguien que no tenga confianza, por lo que en este aspecto, la honestidad no es la mejor opción. Prácticamente todo el mundo está nervioso en una entrevista de trabajo, y una de tus habilidades será ocultar esos nervios. «Finge tranquilidad y seguridad hasta que lo consigas».
2. Hablemos de dinero.
No saques el tema de dinero en las primeras etapas de la entrevista. Es un tema que saldrá por sí solo y que sacará el propio entrevistador. Aunque es cierto que en ocasiones muchas empresas se olvidan que también es el candidato el que deberá estar interesado en el trabajo según las condiciones, lo cierto es que algunos reclutadores, cada vez más, están buscando a personas con misión y valores más allá del interés por el dinero. Espera que sea él quien saque el tema de las condiciones laborales.
3. Mi debilidad o punto flaco es….
Jamás hables de tus debilidades a no ser que te hagan la típica pregunta de «¿Cuál es tu mayor debilidad?». Es nuevamente honestidad innecesaria que puede segar tus posibilidades de contratación. El entrevistador quiere escucharte decir qué vas a aportar a la empresa con tu experiencia y habilidades. Ya habrá tiempo de hablar de debilidades. (Leer: Cómo responder correctamente a la pregunta «cuál es tu mayor debilidad»). Te ayudará conocer los verdaderos motivos por los que realmente te van a contratar.
4. Necesito el trabajo.
Nunca ruegues. No te van a contratar por compasión. Es más, cualquier indicio de desesperación está entre los motivos por los que más personas descartan en las entrevistas. He llegado a ver a personas incluso llorar pidiendo por favor que les den el trabajo, pues ya no podía pagar la hipoteca ni alimentar a su familia. Una mala estrategia que segó toda oportunidad de conseguir el trabajo.
5. Mi actual jefe es un ****(término despectivo).
Personalmente yo he tenido excelentes mentores que me han ayudado a convertirme en un buen profesional. También he tenido jefes a los considero unos verdaderos incompetentes. En cierto modo considero necesario contar algunos problemas que he tenido en la empresa para dejar claro que no quiero volver a tenerlos en la nueva empresa, pero para realizar esta forma de crítica, debemos hacerlo con cuidado y «con cierta gracia y simpatía». Y desde luego con mucha educación y sin usar «insultos gratuitos»
Por regla general, el hablar mal de un antiguo jefe es motivo de «no contratación» en una entrevista. En ocasiones, el entrevistador te invita a hacerlo para hacerte quedar como mezquino y amargado, considerando que si hoy criticas a tu antiguo jefe, mañana les criticarás a ellos. 
Personalmente yo siempre he tenido debilidad por contratar a personas que me decían que querían hundir a su antigua empresa. Si esa persona quiere hundirlos trabajando duro, tengo todo lo que necesito en mi empresa, porque en sus días yo fui una de esas personas.
6. ¿Sabe cuánto durará la entrevista más o menos?.
Nunca des la impresión de que tienes prisa por estar en otro lugar, ya que el hecho de que una entrevista que en principio era de 30 minutos, acabe alargándose a 90 minutos, es muy buena señal para ti. 
7. Me encantan las ventajas que ofrecen.
No saques a relucir lo mucho que te gustan algunas ventajas de la empresa, como podría ser la política de no trabajar los viernes por la tarde o tener el almuerzo gratis. En primer lugar, la empresa podría estar pensando en quitar algunas de esas ventajas, por lo que aquello que te hace hoy que te encante del trabajo, sin esas ventajas, quizás te desagrade el trabajo. Además, de la misma forma, estarías dando la imagen de que te preocupas más por tu propio beneficio que por el beneficio que puedes aportar a la empresa.

8. Preferiría no decirlo.
A menos que se trate de una pregunta inapropiada o ilegal, siempre hay que responder, ya que en caso de emplear la expresión «prefería no decirlo», puedes provocar que el entrevistador se imagine el peor escenario en el motivo por el que no quieres contestar. Y cuenta con que lo hará.
9. Ummm, pssss… etc..
Este tipo de palabras muestran pocas habilidades de comunicación, y a menudo desquician al oyente. Están dentro de las 10 palabras que debemos borrar de nuestro vocabulario en entrevistas, negocios o en la vida en general.
10. Me estoy separando/ embarazada/ pasando por un momento difícil…
Evita dar todo este tipo de información, pues nadie quiere contratar a una persona que pudiera traer una situación personal problemática que pudiera afectar a su rendimiento en el trabajo. En el 100% de los casos, a pesar de que es ilegal preguntarlo, ninguna empresa contrataría a una mujer embarazada, pues seamos realistas, y es que si una empresa busca cubrir un puesto, nadie va a contratar a alguien para contratar a una nueva persona que la sustituya. Esa es la realidad.

11. No tengo ninguna pregunta.
En ese momento final de la entrevista, cuando el entrevistador te pregunta «¿Tienes alguna pregunta?», busca siempre alguna pregunta que hacer, pues de lo contrario puedes parecer demasiado conforme o desinteresado por la empresa.
Ver también:  Alerta "amarilla": productos alimentarios chinos.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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