Únicamente en Europa, el negocio de las bicis ya factura en torno a los 1.000 millones de euros. Y es que ciertos inconvenientes han hecho que concretamente en España, el sector de la bicicleta comience a captar adeptos.
Es un medio de transporte limpio, más sano para el usuario, más barato, y además, una buena forma de moverse por el centro de las ciudades y sin los correspondientes problemas de aparcamiento.
Más de 3.000 tiendas de bicis en España y en torno a los 22.600 empleos que se han creado alrededor de esta industria, confirman que la bici es una moda que está para quedarse.
Es cierto que a pesar del mucho o poco interés de los ayuntamientos, los carriles para bicis no están del todo muy desarrollados, pero aún así, cada vez más usuarios se están lanzando a este transporte alternativo, bien sea por motivos económicos, por motivos de salud, o ambas cosas a la vez.
Negocios paralelos.
No sólo es rentable la venta de bicicletas. Alrededor de esta industria han nacido muchos negocios paralelos, que van desde las empresas de alquiler de bicicletas, reparación, nuevas ideas de negocio relacionadas con las bicis (como bicis plegables que caben en una mochila) y todo tipo de equipamientos y accesorios para aquellos que han decidido pedalear.
Pero el auge de este sector está en peligro.
Según los expertos, el margen de crecimiento que podría tener la bici en España es enorme, pero estamos a punto de poner en peligro el crecimiento de usuarios de este transporte.
Me imagino que será por el bien de todos (no tengo la menor duda), pero la Dirección General de Tráfico (DGT), estudia aplicar nuevas medidas a este medio de transporte, entre las que se plantea que los ciclistas deban sacarse un carné para circular con bicis, que las bicis necesiten matrícula y que sea obligatorio un seguro para circular en bicicleta.
Es decir, en caso de llevarse a cabo tal propósito, la bicicleta dejaría de ser un medio de transporte económico y tendría los mismos requerimientos que cualquier otro vehículo.
Aunque son ideas que aún están en estudio, el simple hecho de plantearse, podría perjudicar a las decenas de franquicias dedicadas a la bicicleta, pues muchos usuarios de este transporte, seguramente no incurrirían en esos gastos extra por poder circular en bici.
Se hablaba de una posible burbuja en el sector de la bici, como ya ocurrió con las tiendas de cigarros electrónicos, y noticias de este tipo, únicamente podrían acelerar el pinchazo.
Estoy seguro de que alguna ventaja real tendría el hecho de que las bicis necesiten seguro obligatorio, matrícula y permiso de circulación, aunque algunas malas lenguas opinan que el estudio de estas medidas, únicamente tendría sentido recaudatorio, algo que nos extrañaría teniendo en cuenta que la DGT, como ya sabéis, únicamente tiene el interés de velar por nuestra seguridad.
De una cosa estoy seguro, y es que si algún día un alto porcentaje de usuarios decidiera moverse en patines, la DGT estudiaría la obligatoriedad de matricular los patines.
¿Qué ventajas reales tendrían la aplicación de este tipo de medidas?
