Voy a hacer un pensamiento en voz alta. Hace poco conocíamos la historia del asesino (presunto) de las dos jóvenes de Cuenca, el cual supuestamente las mató a sangre fría y las enterró. A los pocos días conocíamos el suceso de un hombre que había muerto por intentar salvar la vida de dos chicas.
Una persona quita dos vidas, mientras otra persona pierde la vida salvando la de dos personas que ni siquiera conoce.
Una mujer encuentra una cartera con 3.000€ en efectivo, y busca a su dueña para devolvérsela, mientras otras personas están en la cárcel (o deberían estarlo) por quitarle todos los ahorros de una vida a pobres ancianos y, casualmente, estas personas no tienen la necesidad económica de robar.
En Granada, 15 jóvenes deciden darle una paliza a un indigente que no les había hecho nada, mientras que en Madrid tenemos diferentes incidentes de personas homófobas que decidieron darle una paliza a dos jóvenes por el simple hecho de ir cogidos de la mano. Su delito para recibir tal paliza fue ser gays. Un delito similar al que cometió la joven concejal de VOX, de únicamente 18 años de edad, y que se encontró con sus dos agresores al salir de casa y acabó en el hospital.
Mientras ésto ocurre, en todo el mundo hay personas que están poniendo en juego su vida en la lucha por los derechos humanos.
¿Qué lleva a una persona a convertirse en un héroe y a otras a convertirse en desechos humanos de la sociedad?
Muchos pensarán que podría deberse al ambiente, o que estas personas nacen siendo hijos de p*** que aprovechan sus creencias religiosas, políticas, étnicas para hacer el mal. Otros piensan que es debido a lo que nos inculcan en la televisión, o herencia genética, así como influencia parental.
Y de todo hay un poco, pero lo cierto es que una persona decide ella misma si se convierte en una persona normal o en un desecho de la sociedad, que bajo mi punto de vista son inservibles y peligrosos.
Y este tipo de monstruos, en cierto modo, se han ido creando poco a poco, debido en cierta medida al resto de nosotros, a la sociedad en general en gran medida. Pero después veremos por qué digo ésto.
Creencias y limitaciones.
Recuerdo que en el libro «Controle su destino«, Tony Robbins contaba una historia real de un hombre que decidió ser delincuente, drogadicto, alcohólico y asesino. Y no nos equivoquemos, pues tú eres, en última instancia, el que decides acabar siendo un puto desecho de la sociedad, mientras que otras personas deciden ser alguien diferente.
Este hombre, el cual fue condenado a cadena perpetua, tuvo dos hijos: el primero siguió los pasos de papá, y acabó siendo un drogadicto que vivió de todo tipo de robos, y que en la actualidad está en la cárcel por intento de homicidio.
El segundo hijo, que nació con 11 meses de diferencia con respecto al primero, es director regional de una empresa, tiene mujer y 3 hijos y, aparentemente, tiene una vida productiva y feliz.
Cuando Tony Robbins le preguntó a ambos por qué habían elegido ese camino en la vida, curiosamente, la respuesta de ambos hermanos, fue la misma:
«¿En qué otra cosa podría haberme convertido después del padre que he tenido?»
Es decir, mientras uno se excusa en su padre para explicar por qué decidió convertirse en un desecho social, el otro usó la vida de su padre para buscar patrones que ni por asomo estaría dispuesto a repetir.
(Ver: 10 cosas que debes evitar hacer en tus primeros 30 años de vida)
Tan útil es saber lo que quieres ser en la vida, como lo que no estás dispuesto a ser.
«No son las circunstancias de la vida las que nos configuran como personas, sino nuestras creencias acerca de lo que significan estas circunstancias» – Tony Robbins
Lo mismo ocurre con otro tipo de limitaciones mentales que tratan más bien de lo que puedes ser o lograr, sin llegar a asumir lo establecido por los demás.
Robbins también cuenta la diferencia entre dos mujeres que cumplían 70 años, donde una, ya sabía que su vida se acercaba a su fin, y decidió que su cuerpo era el de una anciana que ya comenzaba a pudrirse y desmoronarse.
La otra mujer que cumplió los 70 años, pensó que era momento de vivir su segunda juventud, y que no iba a impedir que la edad la limitara, asegurando que la edad es algo psicológico. Esta otra mujer decidió introducirse en el montañismo, por lo que dedicó los siguientes 25 años a esta actividad. Exacto, con 90 años esta mujer hacía montañismo.
Su nombre era Hulda Crooks y acabó convirtiéndose en la mujer más longeva que ha logrado escalar el monte Fuji.
Ahora os toca a los padres.
Todo comienza desde la casa, aunque ya sé que el ambiente externo a la familia también puede irrumpir en una buena educación de valores familiares. Pero creedme, si vuestro hijo se convierte en un delincuente, en un drogadicto, en un alcohólico, en un sinvergüenza… es muy probable que el 80% de la culpa provenga de los padres, los cuales, a menudo son responsables de crearle valores incorrectos a sus hijos, bien sean valores políticos, xenófobos o pasividad en la creación de valores, debido a que en ocasiones, no hacer nada, ya es hacer algo muy malo.
Si un profesor te dice que tu hijo es un vago, y un sinvergüenza, no ataques al profesor, pues es muy probable que tenga razón y que ese sea el camino que lleva tu hijo para el día de mañana. Y si no admites esa crítica y no reprochas el comportamiento de tu hijo, además de no respetar el criterio de los profesores, serás cómplice de crear un desecho de la sociedad.
A menudo, cuando un profesor conoce a los padres de un hijo, comprenden rápidamente por qué el niño es un sinvergüenza maleducado con valores nefastos; porque los padres son exactamente así.
Los hijos copian hábitos familiares.
Los padres son los primeros modelos de conducta de los hijos. Cada vez que haces un comentario racista, homófobo o machista, estás creando odio en tu hijo. Libera a tu hijo de cargas de odio, y dale la oportunidad de que tenga una mente más brillante que la tuya. Deja que sea él quien saque sus propias conclusiones, y que no se convierta en un capullo al igual que su padre.
Como padre, mírate con los ojos de tu hijo. ¿Qué ve tu hijo? probablemente vea a su padre cansado de trabajar, y cuando llega a casa le habla mal a su mujer, se tumba en el sofá con la cerveza en la mano mientras ve el partido de fútbol y lo vive con emoción.
Si quieres que ese sea el modelo de conducta que deseas que tu hijo copie en el futuro, vas por buen camino. Enhorabuena, Homer Simpson.
Futura generación de alcohólicos y sinvergüenzas.
Si le preguntamos a la mayoría de las personas cuál es la droga más peligrosa y destructiva, estoy seguro de que no acertarían, y se lanzarían a las drogas ilegales. Lo cierto es que la droga que más daño causa es el alcohol.
Fíjate si es peligrosa que nadie la considera una droga, sino un hábito social muy aceptado.
Mientras millones de personas hoy día luchan por dejar su dependencia al alcohol, millones de jóvenes van en el camino correcto de convertirse en alcohólicos.
Los padres han aceptado el hecho de que sus hijos vayan a un «botellón» como algo de lo más normal. De hecho, no creen que sus hijos hagan nada malo por asociar la diversión con el beber. Pues bien, el problema llega hasta tal punto que, si un joven no es capaz de disfrutar sin emborracharse, ese joven ya tiene dos problemas:
- 1. Es idiota.
- 2. Probablemente sea carne de «alcohólicos anónimos»