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Una apuesta entre dos hombres en 1960 demostró cómo las limitaciones ayudan a ser más creativo y tenaz.

En 1960, dos hombres hicieron una apuesta en la que sólo había en juego 50 dólares de la época. Pero aquella insignificante apuesta tendría un impacto en millones de personas que perdura incluso hoy día.

Aquellos dos hombres eran Bennett Cerf, fundador de la editorial Random House, y Theo Geisel, cuyo nombre puede sonar a desconocido, ya que se le conoció como el Dr. Seuss. Cerf desafió a Seuss a que no sería capaz de escribir un libro de entretenimiento para niños usando sólo 50 palabras diferentes.

El Dr. Seuss aceptó la apuesta y ganó. El resultado fue un pequeño libro llamado «Green Eggs and ham». El libro en español se llama «Huevos verdes con jamón«, y ha vendido desde entonces más de 200 millones de ejemplares, siendo uno de los libros infantiles más vendidos de la historia.

Evidentemente, hay personas que dicen que el Dr. Seuss tuvo suerte, pero lo cierto es que probablemente, de haber escrito el libro sin limitaciones, hubiera hecho una obra más de las muchas que se escriben. Es por eso que esta historia nos puede dejar algunas pautas para comprender esas lecciones que a menudo nombramos cuando hablamos de ser más creativos ante la falta de recursos.

¿Cuántas cosas no haces porque no tienes tiempo para hacerlas? ¿Cuantos proyectos no realizados no has intentado porque no tienes recursos? ¿Cuántas ideas de negocio has tenido y nunca te has decidido porque no tienes dinero para comenzar? Esas son las limitaciones y restricciones que hacen que a menudo únicamente podamos escribir un libro con 50 palabras diferentes.

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(Ver: 4 personas como ejemplo de superación a pesar de sus limitaciones)

Y es difícil escribir ese libro, pero hay más gente que fracasa pudiendo usar todas las palabras que sean necesarias. Y por tanto, las limitaciones se convierten en excusa para no hacer aquello que deberíamos y que podemos hacer, porque la historia nos muestra cómo el tener limitaciones contribuye a tener mejores resultados que si tuviéramos todas las opciones abiertas.

Las limitaciones te obligan a conseguir que se haga algo. 

Echemos un vistazo a la jornada laboral de las empresas españolas. No es casualidad que seamos los últimos en productividad de Europa a pesar de que en España se trabajen más horas. Diferentes estudios han demostrado que una jornada de trabajo intensiva de 7 horas es mucho más efectiva que una jornada partida de 8 horas, y desde luego, mucho más efectiva que trabajar 12 horas.

Tener tantas horas de trabajo, hace que nos tomemos con calma aquello que debemos hacer. Es por eso que a pesar de la creencia popular, el día de trabajo más productivo es el viernes, pues los empleados se centran en lo que deben hacer para poder irse antes de fin de semana.

Asimismo, personalmente he podido comprobar cómo cuando he tenido 5 libros en la estantería programados para leer, me ha costado más comenzar a leer alguno. Quizás me ha costado más decidirme cuál voy a leer o quizás he comenzado a ojearlos todos antes de comenzar a leer uno. Cuando sólo tengo un libro sin leer, ya sé qué libro voy a leer. Y puede parecer una tontería, pero nos pasa constantemente en muchas áreas de nuestra vida (restaurantes, contrataciones de personal, regalos…)

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Tanto si hablamos de la vida como de los negocios, las restricciones son buenas. Nos enseñan a apreciar lo que tenemos y a no perder el tiempo. Las restricciones te ayudan a no posponer las cosas, porque no hay nada peor que tener todo el tiempo del mundo libre. Tendrás la sensación de que estás muy ocupado, pero al irte a dormir, reconocerás que, por algún motivo, has perdido todo el día. Muchos desempleados saben de lo que hablo.

Las restricciones inspiran nuestra creatividad.

Tener limitaciones nos hace más inteligentes. Si no eres físicamente atractivo y quieres conquistar a una mujer, deberás crear otro tipo de estrategias que la persona físicamente atractiva no necesita usar.

Si no puedes permitirte gastar mucho en electricidad, es más probable que llegues a soluciones creativas para mantener la casa caldeada en invierno.

De hecho, cuando una empresa en sus comienzos no tiene ningún problema para captar toda la financiación necesaria, es más probable que esa empresa fracase si la comparamos con otra compañía que levantó el vuelo sin apenas financiación. ¿Por qué? Porque el crecimiento de la empresa que parte sin dinero tiene unos cimientos más sólidos.

Con millones, cualquiera puede hacer que cualquier negocio «parezca que funciona», pero cuando el dinero se acaba, es cuando nos damos cuenta de que no había tanto negocio.

(Ver: 6 duros consejos de Michael Bloomberg para el éxito en los negocios)

Y los buenos profesionales lo saben.

Ser organizado no es otra cosa que ponerse limitaciones. Es por eso que los buenos profesionales se fijan horarios en su agenda, mientras que los aficionados esperan hasta que se sienten motivados para hacer algo.

Ver también:  Contratar a un líder para tu negocio. Cualidades de un jefe

Así se construyen hábitos. Cuando tienes toda tu agenda organizada, ya sabes lo que tienes que hacer, cómo lo vas a hacer y cuándo lo vas a hacer.

Lo cierto es que todos tenemos limitaciones. La cuestión es saber reconocerlas para poder centrarnos en nuestras fortalezas y rellenar el «hueco» de nuestras limitaciones de una forma creativa.

¿Sólo tienes 1.000€ para comenzar un negocio? Entonces ya sabes que no vas a poder contratar una secretaria ni alquilar una oficina. Deberás arreglártelas buscando clientes de la forma tradicional. Y como positivo tendrás que cuando digas de hacer tus primeras inversiones en el negocio, ya tendrás lo más necesario: clientes. Este es uno de los errores que cometen nuevos emprendedores, y es llenarse de gastos incluso antes de tener una cartera de clientes.

Por lo tanto, resumiendo, la pregunta no es si tienes o no los recursos necesarios para hacer algo, sino si tienes la creatividad necesaria para hacerlo con los recursos que tienes; si eres capaz de escribir el próximo libro pudiendo usar sólo 50 palabras palabras diferentes.

Ver: Los 3 pilares de la confianza inquebrantable en uno mismo.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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