En estos momentos, las personas que inicien una relación, deben estar concienciados de que es probable que la relación no dure demasiado. Las altas tasas de divorcios hablan por sí solas, y en el futuro, todo indica que las cifras irán a peor, pues es una tendencia claramente alcista. Pero hay algo de lo que probablemente no nos podamos librar: el sufrimiento de ver cómo una relación que comenzamos con ilusión, acaba.
El por qué ocurre ésto es lo de menos, y finalmente sólo nos queda centrarnos en ciertos errores muy comunes que solemos cometer en las relaciones, desde el punto de vista de la psicología y la neurociencia, donde vamos a hacer uso de las investigaciones de tres psicólogos y autores especializados en las relaciones.
(Ver: 5 rituales para revertir la depresión y aumentar los niveles de felicidad desde la neurociencia)
1. No se acaba la magia. A menudo, se descubre el truco.
Cuando conocemos a una persona, nuestro cerebro experimenta todo un torrente de endorfinas y dopamina a unos niveles sorprendentes. Eso hace que en ese momento no veamos a la persona tal y como es, sino como queremos pensar que es.
Ese es el motivo por el que acaban sacándonos de quicio algunas cosas que antes nos encantaba de esa persona. Lo que antes llamábamos particularidades especiales de esa persona, ahora lo llamamos manías y defectos. Pensamos que esa persona ha cambiado, pero lo único que ha cambiado es nuestra nueva percepción sobre un comportamiento que antes nos encantó.
Claro que también es cierto que otras personas son artistas del engaño a la hora de esconder grandes defectos con el fin de gustar a la otra persona. Pero constantemente, las personas nos dicen cómo son si estamos atentas. Hay que aprender a leer a las personas, y en ocasiones, la mejor lectura de una persona, no se encuentra en interpretar lo que te está diciendo, sino en escuchar todo aquello que no te está diciendo.
2. Tu pareja no te elige a ti. En último término, tú eliges a tu pareja.
Si le preguntamos a una chica qué tipo de hombre busca, supongo que nos diría algo así como: «que sea romántico, divertido, que me haga reír, que me quiera mucho, que tenga detalles, y que sea fiel».
Muchas mujeres estarán de acuerdo en que es muy difícil encontrar a un hombre así. Pero curiosamente, así son la mayoría de los hombres. Lo que ocurre es que no siempre una persona busca lo que dice estar buscando. Y a veces, ni ella misma lo sabe.
Una mujer puede llegar a sentirse atraída por un hombre que es celoso, e incluso puede sentirse atraída por el hecho de que ese hombre llegue a las manos con otro por haber mirado a su pareja. Si dentro de un tiempo, ese hombre golpea a esa mujer, no debería cogerle por sorpresa a esa mujer.
A menudo, la violencia machista tiene un factor común: la ejerce un hombre violento. Por lo tanto, si te atrae una persona violenta, probablemente sea cuestión de tiempo que esa violencia sea descargada hacia ti.
Si conoces a una persona que sin ser modelo profesional, diariamente cuelga selfies enseñando sus abdominales frente al espejo (en el caso de él) o ligerita de ropa en el cuarto de baño mostrando pechos y glúteos (en el caso de ella), no esperéis altas dosis de intelecto en esa persona, ni esperéis que esa persona sea muy segura de sí misma (con todo lo que eso traerá después).
Recuerda que, normalmente, encuentras exactamente a aquella persona que estabas buscando.
Dicho de otra forma, si te gustan los hombres con una nariz postiza de color rojo y que trabaje en un circo, no deberías sorprenderte de que acabes con un payaso.
3. Malas elecciones.
A menudo, la relación está rota desde el principio al haber elegido incorrectamente desde el inicio. No puede llegar a buen puerto un barco que partió en malas condiciones.
El psicólogo Walter Riso, autor de «Manual para no morir de amor: Diez principios de supervivencia afectiva«, explica cuáles son los 3 pilares básicos de una relación. Si en la relación se carece de alguno de estos pilares, la relación está condenada al fracaso, y nosotros al sufrimiento.
- El Eros es la sexualidad, y el sexo en pareja es un pilar básico.
- La Philia es la amistad, y es que si una pareja no son amigos, la relación está incompleta.
- La Agape es la preocupación del uno por el otro y las ganas de hacer sentir bien a la otra persona, es decir, centrarse en la felicidad de la otra persona más allá de nuestra propia felicidad.
7. A veces, las cosas sólo significan lo que significan.
A menudo, en las parejas tendemos a interpretar ciertos hechos que no necesitan interpretación. Por ejemplo, el hecho de que tu pareja llegue tarde, por regla general, únicamente significa que ha llegado tarde, y no que «ha llegado tarde porque no me quiere y le importa una mierda lo que yo quiero».
Y más si la puntualidad nunca ha sido una de sus virtudes, lo cual ya deberías saber.
A veces no cambia el comportamiento de la persona, sino la situación de la persona que la obliga a cambiar el comportamiento, como haber cambiado de trabajo, debiendo trabajar más horas, tener más cansancio mental acumulado, o cientos de factores. En otras ocasiones, sencillamente podría estar agotado, y no por ello significa que esa persona ya no sienta lo mismo por ti.
8. Comunicación.
En último lugar, y no por ello menos importante, la falta de comunicación quizás sea el mayor aniquilador de relaciones que existe. Del mismo modo, una comunicación temprana y sin miedo, podría evitar que dos personas comiencen una relación que nunca deberían comenzar.
Escuchar y escuchar a la otra persona… escuchar sus inquietudes y sus necesidades, no sólo es útil para las ventas. Es esencial en una relación, pues en ocasiones, una persona podría tener unas expectativas que rara vez vamos a ser capaces de cumplir.
Por ejemplo, imagina que tu pareja quiere tener 5 hijos (y no es negociable) y a ti no te gustan los niños (estarías dispuesto a tener uno). Y no menos importante, es necesario tener ciertas conversaciones acerca de las prioridades de esa persona. (Ver: 5 conversaciones sobre el dinero que debes tener con tu pareja antes de casarte)
pero sobre todo, se trata de comunicarse para entender las necesidades de tu pareja y que ella entienda las tuyas. Sólo de esa forma podemos saber si cumplirá/cumpliremos con sus/nuestras expectativas.
Y recuerda: Las personas no cambian. Uno de los errores más graves que una pareja puede cometer es pensar que una persona que no ha cambiado ciertas cosas molestas en los 5 años de relación, cambiará una vez que se case. Y más si se trata de valores.
Y eso es todo. Si alguien desea hacer algún aporte, siéntase libre de hacerlo.
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