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6 Consejos para aplicar en tu carrera profesional y negocios.

Estos son algunos consejos de carrera profesional aplicables a los negocios

Puede que hayas comenzado a trabajar en el puesto de trabajo para el que te preparaste dentro de la empresa para la que un día soñaste trabajar, o puede que hoy trabajes en un puesto que no es el que deseabas y piensas abandonar «el barco» en algún momento.

No importa cuál sea tu situación laboral para seguir esta serie de consejos que te ayudarán a crecer no sólo como profesional o en tu actual empresa, sino como persona y para futuros puestos de trabajo.



1. Escucha más de lo que hablas.

Según Richard Branson, fundador del grupo Virgin, este fue el mejor consejo que recibió de su padre y la principal premisa que le ha ayudado a crecer en los negocios.

A la mayoría de personas les encanta escucharse a sí mismos y dominar una conversación, ¿pero sabéis qué? Nadie aprende nada nuevo de escucharse a sí mismo. Conviértete en el eterno aprendiz y absorbe todo lo que puedas de los demás.

Probablemente el escuchar más de lo que hablas sea una de las habilidades más conocidas por todos, pero la que menos gente pone en práctica.

Una transacción comercial no se cierra hablando; se cierra escuchando. Un maestro en su rama no se hizo maestro hablando y enseñando. Antes tuvo que escuchar y aprender de otros.

Si estás trabajando en una empresa, independientemente de si piensas quedarte o marcharte, cierra más la boca y abre mucho más los oídos. Déjate enseñar. Y conforme avances en la vida, mantente siempre con la humildad de un aprendiz.

Aplícalo también en tu vida personal. Cuando estés en un grupo de amigos o conocidos, aprende a nunca dominar más del 30% de una conversación, pues no solo no aprenderás, sino que puedes llegar a cansar al grupo cuando hablas y hablas sin parar.

2. Aprende a escribir y expresarte.

Parece obvio pero no lo es. En el siglo que estamos, sigue habiendo un alto porcentaje de personas que cuando lees un escrito suyo dan ganas de llorar por la cantidad de faltas de ortografía que tienen. Y lo peor de todo, es que no tienen pensado ponerle remedio al asunto.

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Recientemente, a raíz de hacer un vídeo mostrando mis dudas sobre la valoración de las criptomonedas, digamos que aparecieron cientos de comentarios de personas que decían ser entendidas del mundo de las inversiones para, de esa forma, derribar mis argumentos. Nada más leer ciertos comentarios cualquiera puede saber que estamos frente a un experto en nada, pues cuando lees: «Carlos, como se nota que no tienes ni hidea de lo que ablas», está claro que estamos frente a una persona que es imposible que haya aprendido de finanzas, pues para aprender de finanzas, debes leer, y una persona que escribe así, está claro que ha leído muy poco.

Igual ocurre con la forma de expresarse. Es más importante cómo decimos las cosas que lo que decimos. En el mundo de la empresa y los negocios, en ocasiones, vamos a tener que ser sinceros y directos, y no por ello podemos faltar el respeto. Hay que aprender a decir un mensaje claro sin que resulte hiriente para el receptor del mensaje.

En 3 meses se puede mejorar considerablemente la forma de escribir y la forma de expresarse si te pones a aprender en serio.

Aprender a escribir correctamente puede hacer que te tomen en serio, mientras que aprender a expresarte te puede abrir muchas puertas en el futuro.

Hay por ahí un «cartelito» de Facebook que tiene su gracia. El cartel dice: «No me veo yo con alguien que me aga muy felis»

Así que junto con la importancia de aprender a escribir y expresarte, añade la importancia de aprender a hablar en público, independientemente de tu trabajo y profesión.

(Ver: Ésta es nuestra recomendación de libros de negocios, inversiones y desarrollo personal)

3. No te preocupes acerca de tu primer empleo. Simplemente ponte en marcha.

Más vale tener un mal trabajo que no tener ningún trabajo. Por algo se comienza. No pienses que porque tengas un trabajo basura, no puedes aprender. Da lo mejor de ti en ese trabajo hasta que llegue el momento de dar el salto a un lugar mejor.

El que hoy estés detrás del mostrador de un McDonalds no significa que debas estar toda tu vida detrás de ese mostrador, pero detrás de ese mostrador, tendrás compañeros, jefes e incluso un sistema empresarial del que puedes aprender.

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Nuevamente usa tu capacidad de aprender mientras adquieres otro tipo de aprendizaje. Recuerda que todo se trata de seguir progresando en la vida y en tu carrera. Los malos trabajos nos dan combustible económico mientras encontramos ese trabajo que cumpla nuestras expectativas.

4. Adquiere habilidades sociales.

Está demostrado que las habilidades sociales abren más puertas profesionales que el trabajo duro y el talento, pues puedes tener mucho talento, pero si no lo sabe la persona responsable de promocionarte, es como si no tuvieras nada.

Lo mismo ocurre con el trabajo duro, y es que puedes matarte trabajando, y que se lleve los méritos otra persona.

Los mejores trabajos no se encuentran en portales de empleo, si no a través de conocidos y amigos. Hay que estar constantemente ampliando nuestro círculo de contactos y convertirte en una persona que las demás quieran tener en su círculo.

En Estados Unidos, el trabajo de un abogado que defiende a un asesino confeso no es tanto el de intentar demostrar su inocencia, sino el de hacer que al jurado le caiga bien su cliente, pues hay un principio básico: a la gente le cuesta mandar a la cárcel a alguien que le caiga bien.

En el mundo de la empresa ocurre algo similar. A veces, un ejecutivo asciende a un trabajador no por su trabajo o su talento (que también) sino porque sencillamente le cae bien. Algunos le llamarán enchufe. Nosotros lo llamamos habilidades sociales.

(Ver vídeo: 11 habilidades sociales que puedes aprender de forma sencilla para ganarte a las personas)

5. Pide exactamente lo que quieres.

Te sorprendería saber todo lo que puedes lograr si le dices a la gente lo que verdaderamente quieres. En ocasiones no pedimos un aumento de sueldo o un ascenso porque tenemos miedo a que nos despidan.

En otras ocasiones tragamos mierda por una sencilla razón: no le hemos dicho a nadie que no estamos dispuestos a tragar esa mierda. Otras veces, no cumplen las condiciones pactadas y nos quedamos callados.

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Como trabajador tú tienes unas metas. La empresa, como empresa, también tiene unos objetivos. Asegúrate de que tú ayudas a ser parte de ese cumplimiento de objetivos y pide lo que crees que te mereces. Pero recuerda, hay que hacerlo desde un «saber expresarse» y desde las habilidades sociales, mostrando en todo momento cómo has contribuido y cómo vas a contribuir en el desarrollo de la misión de la empresa.

Un trabajador debe demostrar su valía como trabajador y profesional. La empresa también debe demostrar que sabe tratar a los trabajadores válidos. Y como se suele decir, el no ya lo tienes, así que por pedir, que no quede.

Recuerda la historia de este hombre, el cual demostró todo lo que se puede conseguir si pierdes el miedo a que te digan que no.

6. Incrementa tus habilidades y amplía tu zona de confort.

Cada día debes aprender algo nuevo, tanto a nivel personal como profesional. Las empresas están en constante cambio, y las tecnologías no dejan de avanzar. Llegado el momento, un empresario va a elegir lo mejor para la empresa, y está claro que llegado el momento, van a escoger a las personas que más le convenga a la empresa.

Con respecto a la zona de confort, si estás cómodo en tu puesto de trabajo, es que algo no va bien, pues para progresar es necesario estar en constante incomodidad, abrazando y amando esa incomodidad.

Por incomodidad hablamos de asumir nuevos retos y desafíos constantemente. La mayoría de personas que se levantan sin ganas de ir a trabajar porque saben que se van a enfrentar a la monotonía diaria comienzan a introducirse en una espiral depresiva que al mismo tiempo les incentiva a no salir de esa zona de confort. En cambio, la persona que asume riesgos constantemente no tiene tiempo ni ganas de detenerse a pensar demasiado. Y lo cierto es que tampoco le preocupa tanto el que mañana pueda ser reemplazado en la empresa, pues para él, los cambios y el riesgo ya forman parte del día a día.

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A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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