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8 Errores frecuentes en el plan de negocio.

El principal error que se comete a la hora de elaborar un plan de negocio es el hacerlo expresamente para captar financiación. Un plan de negocio es algo que se debe hacer aunque no necesitemos financiación y del mismo modo que las circunstancias en el mercado cambian, debemos revisarlo cada 6 ó 12 meses, adaptándolo así a la nueva situación de nuestro negocio y/o mercado.

Nombramos los errores más frecuentes que se suelen cometer a la hora de elaborar el Plan de Negocio

1. No hacer un plan de negocio realista.

plan de negocioVolviendo a lo anterior, en la mayoría de las ocasiones, el emprendedor calcula los futuros ingresos del negocio al alza y los gastos a la baja con la idea de presentarlo en un banco o un grupo de inversores para conseguir financiación.

Se suele aconsejar hacer un segundo plan de negocio, el cual debe ser realista, evitando así el engañarnos a nosotros mismos. En ese segundo plan, debemos exponer el peor escenario posible, calculando los ingresos a la baja y los gastos al alza, ya que a medida que camines, probablemente te venga la situación de esta forma, por lo que ya debes haber contado con ese escenario.

Debes ser objetivo. Muchos emprendedores se dan cuenta de que su negocio no es viable una vez elaboran el plan de negocio.

2. No tener claras las metas y los plazos.

Para iniciar un negocio se necesita pasión, pero esa pasión nos puede distorsionar la realidad. No debemos ser negativos, aunque el positivismo, en ocasiones, suele estar cerca de la inocencia, llegando a pensar que el negocio será rentable en 3 meses y que tendremos beneficios en el primer semestre. Rara vez ocurre esto.

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Lo primero es saber a ciencia exacta cuántas reservas de capital necesitas para no tener problemas de pagos durante un tiempo determinado en caso de que los ingresos tarden en llegar.

Lo segundo: Está claro que las metas a largo plazo son necesarias, pero a veces el camino nos parece demasiado largo, por lo que es aconsejable ponernos metas pequeñas y muy cortas. De esta forma, a medida que las vayamos alcanzando, eso nos irá motivando en el camino. Recomendable hacer el análisis DAFO.

3. Hacer un plan de negocio sin haber estudiado el mercado.

Debemos conocer el mercado, nuestra industria, nuestra competencia, pero hay emprendedores que se olvidan de los más importante, nuestros futuros clientes. Debemos saber básicamente por qué los clientes nos comprarían a nosotros en lugar de a la competencia. Aquí dábamos 15 preguntas para evaluar una idea de negocio.

4. Evitar los riesgos.

Emprender es arriesgar, y por más que te devanes la cabeza, jamás podrás evitar ciertos riesgos. Siempre estarán ahí. Asúmelos, conócelos y gestiónalos. Eso sí, a través del plan de negocio deberemos reconocer lo que es un riesgo calculado o lo que sería una imprudencia en la gestión de nuestro negocio.

5. Subestimar a tu competencia, por pequeña que sea.

Una vez sacamos el valor para emprender un negocio y ya estamos «motivados y lanzados», suele aparecer algo llamado «arrogancia», y es que comienzan a sonar palabras como «Ese no sabe, verás cuando abramos nosotros«. Recuerda siempre que si tu competencia está abierta, funcione mejor o peor, es competencia. No seas arrogante y no los ignores, ya que te guste o no, repartirás el pastel con ellos, así que estudia a tu competencia, pues es la mayor fuente de información de lo que funciona y no funciona, así como precios, productos y servicios.

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6. No escuchar segundas opiniones.

Es necesario que expongas tu idea de negocio a una segunda persona, claro que en tu grupo de amigos y familiares siempre encontrarás personas de dos tipos: La que todo lo ve negro, y la que te animaría aunque le dijeras que saltarás de un avión sin paracaídas. Intenta buscar a una persona que sea objetiva y que te de su opinión, aunque esa opinión no debe ser determinante, siempre viene bien escucharla.

Y recuerda que debes ser capaz de explicar tu idea de negocio en menos de 60 segundos, si no, probablemente no tengas negocio.

7. No tener un plan de salida.

Siempre debemos esperar lo inesperado, por lo que es tan importante el saber entrar en un negocio como el poder salir con un daño controlado. Ojo a quien implicas o lo que implicas para poder acceder a recursos económicos. En ocasiones hay que actuar como si invirtieras en bolsa, y es que si entras en una acción pensando que va a subir y se comporta de forma contraria, hay que deshacerse de ella. En caso de que el negocio no funcione como tenías previsto, no esperes a acumular más deudas y ciérralo.

8. Incluir en tu negocio a la persona equivocada.

Ya hablamos de que el número ideal para emprender es un número impar inferior a 2. Aún así, sea por los motivos que sea (normalmente son económicos) solemos asociarnos con otra persona. Al principio todo es ilusión y «buen rollito», al final, por regla general y en la mayoría de las ocasiones, uno de los dos sobra. Aquí tienes 10 consejos para elegir un socio para tu negocio.

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Y por último y no menos importante cuando se trata de ir a buscar financiación, existe un grave error, y es pensar que el plan de negocio lo es todo de cara a los inversores.

El plan de negocio es a un inversor lo que un curriculum es a un entrevistador. En cualquier tipo de entrevista, la persona dice mucho más que un papel escrito.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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