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Si no eres Warren Buffett, ojo con invertir como Warren Buffett.

Cuando Warren Buffett invierte en una compañía, está claro que que algo habrá visto en la compañía para invertir en ella, por lo que teniendo en cuenta que el señor Buffett hoy día es un referente en la inversión, miles de inversores seguirán sus pasos. Voy mucho más allá, y es que si Warren Buffett invirtiera en una compañía sin potencial de crecimiento, únicamente por el hecho de ser el valor escogido por este maestro de la inversión, las acciones aumentarían su valor automáticamente. Así se demostró cuando adquirió acciones de Bank of America, donde Buffett ganó más de 500 millones en menos de una hora.

Ahora bien, del mismo modo tenemos el caso del fabricante de automóviles chino BYD. En 2009, Warren Buffett compró acciones de la compañía a través de Berkshire Hathaway, hasta poseer el 10% de las acciones. El efecto Buffett fue inmediato y las acciones del fabricante se dispararon, ya que si Buffett vio potencial en la empresa, era señal de que BYD tendría una gran proyección en el futuro, pues Buffett no es un especulador en el corto plazo y le gusta mantener las acciones a largo.


El caso es que los inversores que siguieron el movimiento de Buffett, puede que no sepan muy bien lo que está ocurriendo, pues las acciones de BYD se han desplomado un 77% en el último año, y acumulando las pérdidas del año anterior, ya suma más de un 82% de caída en su valor.

Buffett sigue confiando en la recuperación del valor de las acciones, aunque las noticias sobre el negocio de BYD no son muy reconfortantes a pesar de haber abierto sede en Estados Unidos (California). La compañía registró una caída de sus beneficios de más de un 85%, debido sobre todo a una caída de ventas de vehículos en China que supera el 20%. Es por eso que el fabricante chino ha pensado en llevar su producto a un país consumista de coches de importación, como es Estados Unidos.

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El problema con el que se encuentra BYD es que el consumidor estadounidense piensa que un vehículo fabricado en China, carece de fiabilidad en sus componentes y no confía en la seguridad, ya que el mercado chino tiende a abaratar los precios escatimando en materiales de calidad, por lo que poca gente apuesta hoy día por este fabricante.

Ahora bien, Buffett no ha retirado su inversión, por lo que gran parte de los inversores que siguieron sus pasos, ahora se preguntan si es que Buffett tiene conocimiento de algún proyecto de futuro de la compañía, si ésta guarda un «as» en la manga, o sencillamente Buffett no ha retirado su inversión para no asumir unas «pérdidas» de más de un 80%.

Lo que está claro es que Buffett buscará y encontrará la forma de no perder con esta inversión. Quizás inyecte nuevo capital adquiriendo nuevas acciones de la compañía y provocar con eso de nuevo el «efecto Buffett», provocando nuevamente una avalancha de inversores dispuestos a adquirir acciones de BYD. Quizás continúe con sus acciones al serle rentables los pagos de dividendos. Nadie sabe lo que hará Warren Buffett, y eso hace que todo aquel inversor que siguiera sus pasos, ahora mismo se encuentre algo perdido, pues es evidente que el mercado estadounidense desconfía de la pronta recuperación de BYD.

Si preguntáramos a cualquier analista sobre la compañía BYD, pocos serían los que en 2009 apostarían por incluirla en la cartera de inversión, ya que era un fabricante desconocido para el mundo hasta que Buffett la incluyó en la cartera de Berkshire Hathaway. A partir de ese momento, fue un valor muy recomendado. Por tanto, el inversor particular no pudo ver nada especial en esta desconocida compañía, y únicamente entró porque Buffett entró.

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De una forma o de otra, nadie sabe lo que ocurrirá con BYD, aunque estos inversores particulares que apostaron por seguir a un Gurú, han tenido oportunidad de comprobar que los Gurús son personas, y como personas, a veces fallan.

No obstante, un inversor de la categoría de Buffett, tiene capital para soportarlo, paciencia y contacto directo con el presidente de la compañía, por lo que sabrá lo que hacer llegado el momento clave, cosa que aquellos inversores minoristas ahora deberán ejecutar una acción para un resultado que no esperaban.

Quizás por este motivo, a veces se dice que el método de inversión de los grandes inversores no es factible para el pequeño inversor. Lo que más o menos queda claro, es que si no eres un inversor de la talla de Warren Buffett, mucho cuidado con seguir sus pasos, ya que la decisión que deberemos adoptar ante giros inesperados variará en función del conocimiento sobre la compañía, del capital aportado, la paciencia que tengamos, y desde luego, del tiempo que nos podamos permitir tener cierta cantidad de capital apalancado.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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