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Mamá, ¡Quiero ser artista!

Es la frase comercial de la popular comedia musical de la
actriz Concha Velasco. También es
alusiva a la ilusión de muchas personas que quieren alcanzar un puesto de
trabajo, en el difícil mundo de la farándula, el cine o la música. No en vano,
año tras año, los realitys televisivos ponen en marcha un elevado número de
personas con la ilusión de querer dedicarse a la música, ese noble arte de trasmitir sensaciones y sentimientos a través de las
notas musicales y las letras de sus canciones
.

Desgraciadamente, no todos lo consiguen y muchos se quedan
en el camino. Aquí no valen muchas de las competencias habituales de las
entrevistas de trabajo, tampoco se realizan procesos de selección más o menos
complejos para acceder al puesto de trabajo, aquí se combina la popularidad,
las ganas y el talento de los candidatos para obtener: primero la fortuna de
producirles un lanzamiento discografico y segundo, que el público los acompañe
en sus galas, conciertos y compra de discos.

Aparece un elemento nuevo en la selección: la suerte de
pillar a alguien que confie, que descubra la estrella que lleva dentro el
candidato y apueste por él o ella. Este elemento no aparece sin el talento, sin
el trabajo constante y diario, además de la formación del candidato. Es la mezcla de
todos estos elementos los que configuran la aparición de un productor que le
abrirá el camino y ofrecerá la primera oportunidad, para seguir cosechando
éxitos a través del trabajo diario.

La importancia de las
redes sociales

Hoy son vitales para este tipo de actividades lucrativas.
Del cariño desprendido por los seguidores del cantante (candidato) dependerá el
éxito de sus ventas. A ellos van dirigidos los temas, las canciones y las
ventas. El candidato (cantante) debe propiciarse de una legión de admiradores
(amigos en las redes sociales) que serán su público potencial en sus inicios
profesionales.

Es el efecto multiplicación: uno de sus seguidores de las
redes sociales, multiplicará su publicidad a través de los innumerables
contactos individuales de cada amigo virtual. Es cuando las redes sociales, se
convierten en verdaderos procesos de selección masivos: uno para muchos:
cuantos más, mejor.

La formación y el
talento

Conviven en paralelo. Una parte es formativa y de aprendizaje
y, la otra, más vital que viene consigo en los rasgos personales del candidato. Un
cantante sin talento, es un jugador de futbol sin balón. El talento, como en
recursos humanos, es esa habilidad para conseguir ser el mejor en tu actividad.
Puedes entrenarlo y formarlo, pero es una cualidad innata en la persona.

Además entra otro elemento en juego: el carisma con el
público, se deben a él y tienen que tener un don especial para que se acerquen
les admiren y les gusten. Ha salido la palabra “admiración”, un error grave de
aquellos que quieren entrar en este mundo por la popularidad que conlleva.
Quienes la hemos sufrido, sabemos que la popularidad lleva consigo el
reconocimiento del público, que puede ser positiva o negativa. En cualquier
caso, eres foco de atención y estás supeditado a cualquier comentario, acertado
o no, de terceros. Si con ser artista, se busca el reconocimiento popular,
busquemos otras maneras más fáciles y menos costosas.

Cómo alcanzo la meta
de ser artista

Si en recursos humanos habituales hay que seleccionar las
empresas a las que quiero dirigir mi currículum y este debe ser original y
diferente al resto; en este campo, la insistencia y la actualización es
constante. Con el elemento clave: la creatividad: no vale decir quiero ser cantante,
digámoslo de una manera que podamos ser diferentes. Hace poco existía un video
en youtube de una pedida de mano donde se implicaba toda la familia. Seamos
creativos a la hora de importunar a un productor y pedirle que financie una
canción: lo podemos hacer con los temas originales, buenos y brillantes, pero
también de manera original y, las redes sociales, pueden permitirte esa baza de
popularidad.

También debes ser creativo en las redes sociales. Tus
seguidores te siguen por lo que haces, pero lo que haces diferente, original,
sentimental. El ir a cenar, a jugar, a … mil cosas cotidianas, son cotidianas y
las hacemos todos. Haz que las redes sociales se pongan a tu favor, que sean
ellas las que demanden  tu presencia. Busca la creatividad y el nexo de unión. Una web no es importante por su
contenido, sino por sus visitas (aunque el contenido multiplica las visitas). Haz crecer todos los días a las personas
interesadas en tus proyectos, en tus ideas, en tu solidaridad con el resto, en
tus proyectos de futuro, pero no los hables: demuéstralos con una  pincelada, sencilla, corta, breve y potente.

Cantantes, actores, artistas existen muchos llenos de
ilusiones. Demuestra que tienes que ser tu quien alcance el éxito, porque  tú sí que vales.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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