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Emprender con éxito es como cruzar este lago. 4 tipos de emprendedores.

La tasa de fracaso de nuevos emprendedores está en torno al 80% entre los 3 y 5 años. Como en otras ocasiones hemos comentado, la única salida que probablemente tenga una persona durante esta crisis, sea emprender su propio negocio, ya que ese camino será mucho más sencillo que buscar un trabajo, claro que las estadísticas no acompañan al entusiasmo.

A lo largo del tiempo, hemos publicado diferentes artículos sobre los motivos por los que fracasa un negocio nuevo o las causas principales del fracaso tanto en los negocios como en la vida en general. No obstante, para entenderlo de una forma mucho más básica, nos haremos la idea de que somos personas que nos proponemos cruzar ese lago de la foto nadando. Una vez puestos en situación, estos son los casos que encontraríamos.
lago

1. El nadador experto.

Es un nadador nato. Sabe que el lago mide 5 kilómetros de longitud. Ya ha cruzado en otras ocasiones otros lagos, quizás más pequeños o quizás más grandes, algunas veces lo consiguió y otras dio marcha atrás, aunque está dispuesto a asumir el reto nuevamente. Es un nadador profesional, nato, un empresario nato.

2. El que no sabe nadar.

Esta persona jamás aprendió a nadar ni ha hecho por aprender, pero está obligado a cruzar el lago. En lugar de dedicar algo de tiempo a aprender a nadar, automáticamente se lanza de cabeza al lago e inmediatamente se ahoga. Es una de esas personas que ante la falta de trabajo, no tiene más remedio que emprender, pero nunca se preparó para ello.

3. Los que saben nadar algo: Se dividen en dos partes.

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A este grupo pertenece la mayoría, pues saben nadar. Nunca han intentado recorrer una distancia de 5 kilómetros, pero al igual que los del grupo 2, no tienen más remedio. ¿Qué ocurrirá con estas personas que se enfrentan al reto?.

Grupo 1: El 80% saca el valor y el coraje necesario para cruzar este lago de 5km. Están completamente motivados y concienciados en que lo van a conseguir. No miran la temperatura del agua, tampoco les importa. No siguen ninguna estrategia concreta. Simplemente comienzan a nadar bien rápido pues tienen prisa por llegar. Una vez han recorrido el primer kilómetro, el cansancio comienza a hacer mella en sus cuerpos, a los 2 kilómetros comienzan a perder la motivación. A los 3 kilómetros, el cansancio es tal que ya no pueden continuar y dan por hecho que no lo van a conseguir. Ya no son capaces de recorrer los dos kilómetros que les faltan para llegar, pero el dar marcha atrás tampoco es una opción, ya que el punto de salida queda aún más lejos que la meta. Suelen ahogarse.

Son esos emprendedores que se lanzan al emprendimiento con entusiasmo, pero no hacen un estudio de mercado ni un plan de negocio, ni apenas conocen el producto o medio donde van a desenvolverse. Cometieron el error de no planificar una estrategia de salida, y por tanto, se hunden con el negocio.

Grupo 2: El 20% tienen la misma experiencia como nadadores que los del primer grupo, pero lo calculan todo antes de lanzarse al lago. Desarrollan una estrategia para, en caso de llevar recorrido 1,5km, si ven que el cansancio no les permitirá alcanzar la meta, tendrán una reserva de fuerza para volver al punto de salida e intentarlo en otro momento. Este sería el caso de esos emprendedores que saben que el fracaso es una opción, pero que no sería el fin, por lo que no lo ponen todo en el negocio. Algunos de ellos tienen éxito y otros lo consiguen, pero sea cual sea el resultado, vuelven a intentarlo.

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4. Sabe nadar algo, pero es especial.

Al igual que los del grupo 3, sabe nadar aún sin ser un nadador experto. Tampoco ha cruzado ningún lago anteriormente, pero es una persona constante, persistente, de autoestima alta, tiene confianza en sí misma y es de esas personas que suele conseguir todo lo que se propone, o al menos, dar hasta la última gota de energía para conseguirlo.

Sabe que el lago mide 5km, sabe que no es fácil, pero sabe que otros ya lo han conseguido. Se lanza al lago y comienza a nadar. Esta persona no mira atrás, no sabe la distancia que lleva recorrida y no le preocupa, pues no piensa volver hacia atrás. El cansancio se apodera de él, pero únicamente mira esas montañas que cada vez están más cerca, las cuales son la meta. No dejará de nadar hasta llegar al otro lado. Si sufre un tirón en un brazo, nadará únicamente con el otro brazo, si el cansancio no le deja continuar, no pensará en el cansancio, solo en la meta.

Es ese emprendedor al que un día le preguntan cómo consiguió tener éxito, y suele responder que todo el mundo puede lograrlo con motivación, trabajo duro y esfuerzo y, como es evidente, teniendo unas pequeñas nociones de natación.

Antes de emprender, pregúntate qué tipo de nadador crees que eres.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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