Todo

Monsanto: El tribunal supremo decidirá si es «santo» o diablo.

Vernon Bowman y su abogado
Imagen: Reuters

La Corte Suprema de Estados Unidos deberá tomar una decisión sobre la famosa demanda que Monsanto interpuso contra un agricultor. Vernon Bowman, un agricultor de Indiana de 75 años, fue demandado en 2007 por la polémica empresa Monsanto. Bowman perdió en los tribunales, pero ha apelado y gracias a diferentes iniciativas ciudadanas, el Tribunal Supremo ha aceptado revisar el caso y escuchar al agricultor. (Actualización: Conforme comenzaba a escribir, finalizaba la vista del caso, y según nos comentan, los jueces se han mostrado hostiles hacia los argumentos del agricultor. En Junio se pronunciarán)

Recordemos que la demanda contra Bowman se produjo porque Monsanto decía que el agricultor violaba su patente, ya que los agricultores firman un acuerdo cuando compran las semillas para usarlas sólo una vez. El cultivo resultante se puede vender para otro tipo de cosas, como la alimentación o combustible, no para crear una nueva generación de semillas. Desde la perspectiva de Monsanto, lo que Bowman ha hecho es como la versión de Napster, pero en la agricultura.

«Digamos que eres una productora de Hollywood y que gastas millones en hacer una película. Vendes cientos de películas, y uno de los compradores, hace cientos de copias del DVD y los vende. Eso va en contra de la ley, y para Monsanto, con el tema de las semillas, es exactamente lo mismo.»

Numerosas industrias han mostrado su apoyo a Monsanto: La Asociación de Empresas de Software, en representación de compañías como Intel y Microsoft , empresas de biotecnología, y otros productores de soja que temen que los precios de las semillas de Monsanto pudieran dispararse si pierde este caso, así como dejar de invertir en innovación.

Si pierde Monsanto, «efectivamente eliminaría el incentivo para descubrir y desarrollar nuevas plantas modificadas genéticamente», ha dicho la Asociación Americana del Derecho de la Propiedad Intelectual.


Claro que Monsanto no juega limpio.
A diferencia del ejemplo de los DVDs, donde si no te gusta un DVD puedes comprar otro y usar el mismo dispositivo reproductor, las semillas de Monsanto y sus innovadores, potentes y destructores químicos (pesticidas), son denominados productos Atila, y es que donde caen no vuelve a crecer ni la hierva. 
Es decir, una vez que has comprado las semillas de Monsanto y has rociado en tus campos el famoso pesticida, si el año que viene quieres plantar nuevas semillas, probablemente deban ser de Monsanto casi por obligación, ya que los campos, según algunos agricultores, quedan inservibles para otro tipo de plantaciones.
Esto nos llevaría al daño medio-ambiental que podrían estar causando esos productos. Voy a más, y es que Monsanto, apoyado por la comunidad científica, ha dicho en diferentes ocasiones, que sus semillas, así como ingerir el «veneno», «no hay ningún estudio que diga que puede ser nocivo para la salud».
Ese lenguaje típico de los políticos es el equivalente a decir básicamente que «No hay ningún estudio, que por lo tanto, afirme y garantice que sus productos no conllevan riesgo para la salud». Parece lo mismo pero suena distinto.
«Monsanto y sus productos son a la agricultura lo que las subprime a la economía, y es que tarde o temprano pasarán factura.»
Le deseamos mucha suerte a Vernon Bowman, aunque difícilmente le darán la razón, ya que hay muchos gigantes apoyando a Monsanto. En Junio lo sabremos.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.