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Entrevista de trabajo: Protocolo para el campo de batalla.

Un mercado laboral cada vez más competitivo y nuevos sistemas de contratación hace que los candidatos a un puesto de trabajo no puedan dejar nada al azar en la entrevista. No importa lo que sepas o lo que hayas hecho, ya que un mínimo error en la entrevista puede hacer que seas descartado. Ya hablamos de los errores más escandalosos que se suelen cometer incluso en entrevistas para ejecutivos. Si la entrevista de trabajo es grupal, te dimos unos consejos o técnicas para sobresalir. Ahora nos vamos a centrar en pequeños detalles que cada vez más se tienen en cuenta por los reclutadores y que al menos debemos conocer.

1. Si te ofrecen algo de beber que no sea agua, dí NO.

Si te ofrecen café, dí educadamente que no. El entrevistador no tiene ganas de perder el tiempo preparando un café ni de molestar a su secretaria. Además, si te apetecía tomar un café, deberías haberlo hecho antes de asistir a la entrevista. Entre otras cosas, el simple hecho de tomar un café mientras te entrevistan, puede provocar distracciones, sobre todo si se te derrama el café o manchas la mesa del entrevistador. Algunos expertos nos dirían que no aceptes ni agua.

2. No te sientes hasta que no te lo pidan.

Es un principio básico de la educación y muchas personas, aún sabiéndolo, los nervios con los que entran a la sala, hace que al ver la silla vacía frente a la mesa del entrevistador, no duden en sentarse incluso antes de que se siente el entrevistador. No obstante, aunque el entrevistador ya esté sentado, quédate de pie hasta que te ofrezcan sentarte.

Una vez te sientes, recuerda el lenguaje corporal. Cabeza alta y hombros rectos. No te «retrepes» en la silla (chulería) ni encorves los hombros (timidez). Mira en todo momento a los ojos del entrevistador. Sobre todo, ten cuidado con dar la sensación de timidez, pues rara vez una persona que se considere tímida, ha conseguido un puesto de responsabilidad o un trabajo en el que se necesite don de gentes.

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3.  Cuando hay más de un entrevistador.

En ocasiones suele haber más de una persona haciendo la entrevista, aunque únicamente habla uno de ellos durante toda la entrevista. Ante una pregunta, sigamos el protocolo del buen comunicador:

Cuando te hagan una pregunta, comienza mirando a los ojos de la persona que te ha hecho la pregunta, y a lo largo de la respuesta mantén contacto visual aleatorio con el resto de entrevistadores. Tu respuesta debe terminar con el contacto visual puesto en la persona que te lanzó la pregunta.

4. Si hacen juegos mentales contigo, no reveles que conoces el juego.

Las entrevistas de trabajo, en ocasiones se convierten en un circo donde los entrevistadores experimentan nuevos sistemas que han aprendido, los cuales supuestamente son más innovadores y esperan cogernos por sorpresa. Cada vez más personas conocen este tipo de juegos y algunos intentan dárselas de más inteligentes diciéndole al entrevistador que conoce ese tipo de juego mental.

Enhorabuena, has demostrado ser inteligente, pero has jodido al entrevistador dejándolo fuera de juego. Probablemente no le siente bien. Sigue el juego y aprovecha que lo conoces para ganar ventaja, ya que el conocer el juego o el tipo de entrevista puede ser usado a tu favor. (Leer: ¿Una entrevista de trabajo dura?, no te han entrevistado en Wall Street).

5. Si no estás seguro de cómo ir vestid@…

En este aspecto, quizás el hombre lo tenga más fácil que una mujer, ya que es la mujer la que se enfrenta a las dudas de «¿iré demasiado sexy o provocadora?, o por el contrario… ¿daré la sensación de ser demasiado conservadora?, ¿visto con ropa oscura o ropa clara?».

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Nuestra compañera Victoria Bernal aconseja para la mujer, que ante la duda use colores claros tanto para el hombre como para la mujer. Y mucho ojo con vestir demasiado provocativa, ya que cada vez más crecen los casos incluso de mujeres que son despedidas por su vestimenta provocativa o por resaltar sus curvas.

Para los hombres, entre elegir un traje de color negro y uno gris o color crema, decantarse por el traje de color crema, seguido del gris. Sea invierno o verano, usar el traje completo (chaqueta incluida) y nunca usar camisas de manga corta, siempre manga larga.

6. Gestos que te podrían delatar o malinterpretar.

Si continuamos sobre cómo podrían interpretar nuestro lenguaje corporal, aquí hay algunas cosas que algunos entrevistadores tienen más en cuenta que otros:

1. Acompañar nuestras palabras con el movimiento de nuestras manos, mostrando las palmas de las manos, indica sinceridad (no hay nada que ocultar).

2. Introducir una mano en el bolsillo cuando estamos hablando de pie muestra nerviosismo u ocultismo. Ambas manos metidas en los bolsillos muestran inseguridad o pasividad. La postura del botijo indica un «no saber estar» o timidez extrema.

3. Cruzar los brazos sobre el pecho indica una postura defensiva o desacuerdo.

4. El uso excesivo de movimiento de las manos indica demasiada dominación y al mismo tiempo provoca distracción.

5. Tocarse la oreja o la nariz indica falta de sinceridad.

6. Inclinar la cabeza hacia delante/abajo es timidez.

7. Cabeza demasiado alzada o inclinada hacia atrás refleja un exceso de orgullo (chulería).

8. Inclinar la cabeza hacia un lado indica que estamos pensando en algo (distracción) o que estamos aburridos.

9. Exceso de parpadeo significa mentira, falta de sueño, resaca, cansancio o tic nervioso. En cualquier caso intentar evitar.

Señales que delatan al entrevistador y posible resultado de la entrevista de trabajo.

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1. ¿Cómo saber si la entrevista de trabajo ha ido bien?

El entrevistador no ha dejado de mostrar interés por nosotros a través de preguntas cada vez más indagadoras, e incluso hemos notado cómo poco a poco se ha ido relajando y sonriendo cada vez más.

Mientras nos estaba entrevistando, sonó el teléfono y decidió ponerlo en espera.

Preguntó cuándo podías comenzar a trabajar e incluso dedicó bastante tiempo a explicarte algunos detalles de la empresa.

Te habló del sueldo.

2. ¿Cómo saber cuando no ha ido tan bien?

La entrevista tuvo más interrupciones que los programas de televisión con la publicidad.

Mientras le hablabas, el entrevistador buscaba papeles, abría cajones y no dudó en contestar cada llamada de teléfono.

No te habló de sueldo ni entró en detalles sobre el puesto de trabajo o la empresa. Tampoco te preguntó cuál era tu disponibilidad para comenzar a trabajar (le daba igual, no te iba a llamar).

Dijo algo así como: «Aún estamos haciendo entrevistas, así que ya le llamaremos en caso de ser seleccionado»

o Algo así como: «Bien, pues ya le diremos algo. Ha sido un placer».

Consejo final: Si en un momento dado notamos algunas de estas señales donde el entrevistador no nos escucha o se pone a buscar papeles, no dudes en intentar llamarle la atención educadamente para intentar encarrilar la entrevista. Bastará con un «¿Prefiere que comencemos de nuevo?», aunque una vez que un entrevistador muestra una falta de educación e indiferencia hacia un candidato, podríamos decir que ya hemos perdido por cualquiera de los motivos expuestos arriba, y como se suele decir «Nunca hay una segunda oportunidad para cambiar una primera mala impresión».

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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