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Cualidades de los buenos seleccionadores de personal en la empresa.

Hasta ahora hemos elaborado decenas de artículos enfocados a los candidatos para lograr pasar con éxito las entrevistas de trabajo. Hoy nos toca centrarnos en los entrevistadores. Un entrevistador o seleccionador de personal tiene la función de detectar talento en los candidatos, pero seamos realistas, algunos entrevistadores no encontrarían tetas ni en un bar de alterne.

Uno de los mayores activos que tiene una empresa son sus trabajadores, así que… ¿por qué algunos entrevistadores se conforman con ser seleccionadores mediocres?. No es sencillo seleccionar personal, sobre todo desde que reciben miles de solicitudes para un sólo puesto de trabajo. Es más, lo más probable es que el curriculum del candidato idóneo para el puesto no haya sido visto al quedar enterrado entre las miles de solicitudes. Aún así, veamos algunas cualidades que deben tener los buenos entrevistadores.

1. Deben entender las necesidades reales de la empresa.

En ocasiones, la mayor traba que tiene un seleccionador es la propia empresa, por aquello de las líneas continuas que traza la empresa al departamento de recursos humanos. El buen seleccionador debe saber que no está contratando una posición en el organigrama de la empresa, sino un resultado para la empresa. El entrevistador debe tener muy claro qué busca en realidad para resolver la necesidad más crítica del negocio o del puesto en cuestión. Quizás si buscamos un vendedor, no tenemos por qué pedirle aptitudes de un director de ventas, sino aptitudes y cualidades de un vendedor de éxito.

2. Se aseguran que el candidato pueda venir preparado. Evítale sorpresas.

Aunque en los últimos años se haya puesto muy de moda el llevar a un candidato a una zona gris para cogerle desprevenido, creo que ha quedado más que demostrado que las sorpresas a los candidatos y los juegos psicológicos no dan resultado en las entrevistas de trabajo. Si vas a hacer una entrevista de trabajo grupal, avisa al candidato de que la entrevista va a ser grupal.

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Si tienes pensado hacer una entrevista de trabajo por teléfono, dile una hora y no lo llames por sorpresa. Ningún candidato te va a decir que no puede atenderte aunque esté en mitad de una ducha, sentado en el retrete o jugando con sus hijos en un parque. Si querías cogerle desprevenido, enhorabuena, ya que puedes notar algunos nervios en el candidato pero nunca sabrás a qué son debidos esos nervios. Quizás su hijo pequeño está intentando meter la mano en el horno encendido.

3. Investigan a los candidatos.

Siempre aconsejamos a los candidatos que cuando vayan a una entrevista de trabajo deben estudiar y conocer la empresa. El entrevistador, siempre que esté a su alcance, debe saber tanto del candidato como el candidato de la empresa. Esto se puede conseguir leyendo el currículum entre lineas, investigando al candidato en las redes sociales o haciéndole preguntas clave en la entrevista de trabajo. Y por preguntas clave no entendemos preguntarle «cuántas pelotas de golf caben en un avión». La clave del buen entrevistador está en conocer lo máximo posible del candidato en el menor tiempo posible, a ser posible antes de contratarlo. (Leer: Cómo detectar un mal trabajador antes de contratarlo)

4. Hacen de la entrevista una conversación, no un interrogatorio.

Sin lugar a dudas, las mejores entrevistas de trabajo se hacen en forma de conversación, y quizás en forma de negociación. Si eres uno de esos entrevistadores que confunden seriedad con estar serio y cuya entrevista parece un interrogatorio policial, jamás llegarás a saber nada del candidato pues nunca se mostrará tal y como es.

En una entrevista de trabajo no se va a un examen, sino a hablar de unas necesidades que tiene la empresa y cuyo candidato nos dirá si cree que sería capaz de cubrir esas necesidades con éxito.

5. Son conscientes de la realidad.

Probablemente, uno de los motivos por los que se contratan candidatos equivocados para los puestos, es debido a la gran cantidad de gilipolleces en las que se detiene un entrevistador sin ser realmente consciente de la realidad.

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El que una persona se sienta algo intimidada por la entrevista de trabajo hasta el punto de mostrarse muy nervioso, no significa que no pueda realizar perfectamente el trabajo. Un entrevistador, hoy día, debe saber que hay candidatos que se lo juegan todo. Esa entrevista de trabajo es su gran esperanza para poder hacer frente a su hipoteca el mes que viene. ¿Estás cansado como seleccionador de entrevistar a miles de candidatos?. Esa persona que tienes frente a tí, probablemente esté mucho más cansado de asistir a entrevistas y enviar curriculum.

Además, si el candidato se muestra nervioso, ¿puede ser debido también a un fallo del entrevistador que no ha sabido generar un ambiente de confianza?. Es muy fácil relajar a un candidato nervioso. Tómate 2 minutos para hablar de otra cosa más distendida. Siempre he pensado que medir el nerviosismo de una persona en una entrevista de trabajo es como tomar las pulsaciones mientras corres los 1.000 metros.

No se deben analizar las mismas cosas en un candidato para un puesto de directivo, comercial o administrativo y operario. Para los dos primeros puestos, una persona tímida probablemente no serviría, pero para los otros, el ser tímido no debe ser motivo de descarte, ya que pueden ser excelentes en su trabajo.

6. Hacen preguntas abiertas y preguntas de seguimiento.

Muchos entrevistadores hacen preguntas demasiado cerradas, cuyas respuestas son monosilábicas, por lo que el candidato responde y ve fuera de lugar el hablar más de la cuenta al pensar que podría caer en la pesadez. Mientras eso ocurre, el entrevistador piensa que esa persona no tiene don de palabra.

Asegúrate de hacer preguntas donde le demos al candidato la oportunidad de decirte quién es y lo que ha conseguido. ¿Has sentido que has fracasado en tu trabajo alguna vez?, ¿A qué fue debido?, ¿Qué solución le diste?, ¿Qué aprendiste de aquella vez?, etc…

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7. No contratan a lo menos malo.

En ocasiones, un seleccionador no contrata al candidato que realmente estaba buscando, sino al que dentro de los entrevistados ha dado mejor la talla. Dicho de otro modo, a lo menos malo que ha pasado por ahí. No te conformes con un candidato mediocre. Si no es lo que realmente buscas, haz otro proceso de selección especificando algún otro tipo de requisitos que pasaste pro alto en la primera ronda. Si buscas la excelencia en un candidato, contrata la excelencia, aunque ya te advierto que el candidato perfecto no existe, ya que esto es como el matrimonio. Ninguno es perfecto, pero el éxito se encuentra en aceptar los defectos y virtudes de la otra persona.

En una ocasión, me dijo una persona mayor: «Ten cuidado con las personas que no tienen algún vicio, ya que lo que ocurre, es que sus vicios son inconfesables». Eso mismo ocurre con los defectos.

8. Siempre cumplen con el candidato, sea cual sea el resultado.

«Gracias por venir. Vamos a seguir haciendo entrevistas. Ya te llamaremos para decirte algo». Y muchas veces, esa llamada no llega. Los entrevistadores deben llamar al candidato para decirle que ha sido seleccionado, así como decirle que no ha sido seleccionado, aunque sea por correo electrónico.

Insisto en que con la actual situación, muchas personas se agarran a un clavo ardiendo y quieren pensar que hay algo de esperanza a que esa llamada llegue. Por el bien del candidato y por el mínimo de educación exigido, dale la mala noticia cuanto antes.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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