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La vida es como un partido de fútbol.

La primera parte de un partido de fútbol son como nuestros primeros 30 años de vida.

Un partido de fútbol tiene 90 minutos de juego + el tiempo añadido. Y ese tiempo es exactamente el mismo para todos los jugadores, independientemente de si eres delantero, defensa o portero, independientemente de cuánto valga tu contrato como jugador.El resultado del partido de fútbol no se conoce hasta el final.

De hecho, puedes comenzar perdiendo y acabar ganando, pero, en el fútbol, al igual que en la propia vida, si hacemos realmente bien las cosas en la primera parte, tendremos parte del partido ganado y una segunda parte algo más tranquila.

¿Qué lecciones podemos extraer de un partido de fútbol que nos puedan servir en la vida?

Es decir, no es lo mismo acabar la primera parte ganando 5-0 que acabar con un resultado desfavorable de 0-3.

La primera parte del partido de fútbol son nuestros primeros 30 años de vida, incluso podrían ser nuestros primeros 25, y es que si ya hemos metido goles a esa edad (si ya hemos comenzado a ahorrar, invertir, crear negocios…) la segunda parte de la vida se nos hará algo más fácil.

El problema es que la mayoría de las personas nos damos cuenta de la importancia de jugar cuando ya nos han goleado en la primera parte, comenzando una carrera a contra-reloj para remontar el resultado en la segunda parte.

(Leer: Los 12 peores errores que las personas hacen a sus 20 años)

2. Hay injusticias.

 

Es cierto. Un partido puede no ser demasiado justo. El árbitro puede equivocarse y no pitar faltas decisivas, incluso podemos ver una tarjeta por algo que no hemos hecho o un fuera de juego inexistente.

La vida no es justa tampoco. A veces las cosas no deberían ser tan complicadas, pero por desgracia lo son. Y cuando aparecen las injusticias, no nos podemos desmotivar pensando en ellas. Hay que seguir jugando y luchando.

3. Hay que dar donde más duele.

 

En el fútbol, muchos jugadores pueden sentir ira o deseos de venganza, lo cual les nubla la vista y pueden hacer una estupidez. Pero si quieres vengarte de tus rivales, dales donde más duele; en el marcador.

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En la vida y en el mundo de los negocios, no gastes energía en intentar destrozar a la competencia con palabrería. Destrózalos en el marcador de los negocios, que son el número de ventas, clientes y beneficios. Si lo haces bien, la competencia se elimina sola.

4. Hay momentos decisivos.

 

No es cierto que no ocurra nada por desperdiciar ciertas oportunidades en la vida. A veces pasa, y pasa mucho. Hay que estar preparados para aprovechar esas oportunidades.

Esos penaltis de la vida no se deben fallar. Son oportunidades de oro que nos pueden hacer tomar ventaja en el marcador. El enfocarnos en esa oportunidad y asegurarnos de no fallar, el estar preparados para cuando llegue ese momento, nos hará avanzar increíblemente.

Claro que si fallamos en ese momento decisivo, no todo está perdido, pues aún quedará partido por jugar y todo consistirá en esforzarnos aún más.

5. No todas las jugadas salen bien.

Hacer una excelente jugada puede ser muy bello, aunque en el momento final fallemos, bien sea porque nuestro disparo salió mal, o bien sea porque el portero contrario hizo una buena parada.

Conocerás muchas de estas jugadas a lo largo de tu vida, donde tuviste una planificación perfecta, y te acercaste al éxito, pero en el último momento la jugada salió mal. Es un fracaso, y ese fracaso duelo, pero quejarte no te servirá de nada. Debes fabricar otra oportunidad.

6. Tu talento por sí solo no vale nada.

No importa que seas el mejor jugador del mundo si te has rodeado de jugadores mediocres. Incluso los mejores delanteros y goleadores necesitan defensas y un buen portero, así como compañeros que te permitan realizar excelentes jugadas. Deberás contar siempre con alguien.

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Y es que el éxito en la vida no se consigue en solitario. Detrás de todo empresario de éxito siempre hay personas importantes que le ayudaron. Apple no fue únicamente cosa de Steve Jobs, pues Jobs no lo hubiera sin Wozniak, del mismo modo que Bill Gates no hubiera despegado de no ser por Paul Allen.

Recuerda que el talento individual puede ayudar a ganar un partido, pero es el trabajo en equipo lo que logra que se ganen campeonatos. Esto lo dijo Michael Jordan.

(Leer: 25 hábitos de las personas de éxito)

7. Siempre es competición.

La vida es una constante competición en la que no puedes relajarte. Incluso si un equipo de fútbol va ganando 3-0, si se relaja puede perder el partido. Hay que jugar muy duro para ganar, y una vez que vas ganando, no puedes distraerte. Debes seguir jugando.

8. No te servirán las estrategias defensivas.

Si un equipo de fútbol se centra únicamente en la defensa por el miedo a ser goleado, el marcador quedará a cero, y tarde o temprano el otro equipo acabará pasando la defensa y metiendo un gol. Entonces habrás perdido mucho tiempo, y probablemente ya estés perdido.

Y es otro de los grandes problemas que aparecen en la vida. La mayoría de las personas recurren a una estrategia defensiva en todos los aspectos. Si les comen las deudas, buscan recortar gastos para hacer frente a esas deudas, en lugar de centrarse en aumentar los ingresos.

Y en el mundo de los negocios, muchos empresarios han elaborado una estrategia defensiva ante las nuevas tecnologías que les están destrozando sus negocios. El caso es que la tecnología ha acabado goleando a estos empresarios. Deberían haber pasado a una estrategia de ataque, y cambiar rápidamente su modelo de negocio o usar la tecnología a su favor.

9. La importancia de ser honesto, leal y limpio.

¿Qué le ocurre a un jugador cuando no juega limpio?, pues que el árbitro le puede sacar del partido. Entonces, para ti, el partido ha terminado, y ya nada puedes hacer.

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Y en la vida hay decisiones que debemos pensarlas y re-pensarlas, sobre todo cuando se trata de cruzar líneas legales. Si en la vida te sacan del partido, tu tarjeta roja puede ser una cuantiosa multa o años perdidos en la cárcel. A veces no llega a tanto, y el no haber sido honesto, te puede hacer perder tu reputación que quedar marcado de por vida.

10. Y no te puedes comparar con tus competidores.

 

Si tus rivales dan codazos, meten el pie o te escupen, y el árbitro no hace nada, no hagas lo mismo, pues probablemente el árbitro contigo sí tome una dura decisión. Golpea siempre al marcador, y cuando hayas ganado resuelve el problema de otra forma, pero nunca te arriesgues a ver la tarjeta roja en la vida.

11. Y a veces pierdes, y no es culpa de nadie.

 

No importa que todo el equipo se haya esforzado y dado lo mejor de sí durante los 90 minutos del partido. Puedes haberlo hecho todo perfecto, y has perdido únicamente porque tu rival ha sido mejor y han jugado mucho mejor.

No obstante, consiste en dar lo mejor de nosotros mismos, estar mejor preparados que el resto, y aprovechar esas oportunidades. De esta forma, jugando duro y sudando la camiseta inteligentemente, por regla general, se gana.

En resumen, y en línea con los anteriores discursos de motivación, para ganar en la vida y en capo de juego se requiere:

Preparación y entrenamiento (suelen ganar los mejores preparados), trabajar muy duro, jamás tirar la toalla pase lo que pase, tener una actitud de competición, y nunca bajar la guardia hasta que suene el pitido final del partido de la vida. Así es como se gana.

Leer: La vida es como un juego: y así es como se juega (Recomendado)

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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