El negocio de la prostitución mueve cientos de miles de millones de euros en todo el mundo. Mientras en algunos países se intenta en acabar con el negocio más antiguo del mundo, otros aprovechan la prostitución como una forma de obtener ingresos en las arcas públicas a través de impuestos.
Seamos realistas, acabar con la prostitución es una idea tan alocada como acabar con la corrupción política, sencillamente imposible. Incluso el mismo Jesucristo era muy amigo de María Magdalena. En Alemania, concretamente en la ciudad de Bonn, saben la cantidad de prostitutas que existen, y lejos de intentar acabar con la profesión en la calle, se les ha puesto un impuesto con el que pretenden recaudar más de 300,000€. El funcionamiento es sencillo.
Las trabajadoras del sexo se deben dirigir a una máquina tipo parquímetro, en la cual pagarán 6 euros diarios para poder ejercer la prostitución en plena calle entre las 20:30 y las 6:00. Como si de un aparcamiento en línea azul se tratara, si al pasar por allí la policía, le exige a la mujer que le enseñe el ticket y esta no lo tiene, será multada con 100€. Con esta medida, la prostitución en Alemania, prácticamente está legalizada, ya que incluso existen burdeles legalizados donde las trabajadoras y el propio dueño pagan algún tipo de impuesto de este tipo.
Esto da mucho que pensar, pues precisamente deberíamos fijarnos en los países que están mejor que España. Mientras que aquí perseguimos la prostitución en plena crisis, en Alemania sirve como impuesto recaudatorio. Por otra parte, y aunque suene irónico, la ciudad por excelencia donde menos mafia de «trata de blancas» existe, precisamente es Amsterdam (Holanda), donde la prostitución es totalmente legal.
«Mientras en Alemania no hay límites de velocidad y se recauda con la prostitución, en España se recauda con el conductor a través de los límites de velocidad y se persigue a la prostitución»
Puede que sea momento en España de plantearse seriamente si queremos mantener un negocio que mueve miles de millones en la sombra, pudiendo usarlo a favor de la recuperación económica, pues seamos realistas, y es que si legalizamos la prostitución y éstas tuvieran la posibilidad de darse de alta como autónomas «del sexo», la creación de empresas crecería considerablemente, el dinero actualmente «negro» se legalizaría y las mafias disminuirían considerablemente. Lo dejamos en modo «debate».
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