Las empresas más avanzadas cuentan con una herramienta de recursos humanos, denominada Evaluación de Desempeño. En palabras bonitas es el presente, pasado y futuro de un empleado en la empresa. Al fin y al cabo: nuestro entrenador personal.
Todos nos podemos llegar a sentir infravalorados, o que trabajamos más de lo que podemos, que no se nos reconocen nuestros esfuerzos, que hay compañeros que trabajan menos y están más valorados que nosotros, etc.
Pues para evitar estos problemas se inventó: la evaluación de desempeño como un ejercicio de reflexión donde valoramos “dónde estamos y a dónde queremos llegar”· Esta reunión con tu líder inmediato provoca todos los efectos de alegría y enfado por partes iguales: cuando nos promocionan a corto o medio plazo o, por el contrario, nos exigen más porque nos demuestran que podemos dar más por la empresa.
Los antecedentes a una evaluación de desempeño.
La preparación es individual y, por separado, de la entrevista o reunión que abordaremos para hablar de nuestras posibilidades previa cita anterior y con tiempo suficiente para poder reflexionar sobre lo que vamos a aportar y decir en la citada entrevista.
Pensemos, desde el ángulo de empleado y empresa, sobre lo que cada uno de nosotros hemos realizado para hacer en la empresa y el trabajo, del que somos responsables, más grande y eficiente: las iniciativas, las mejoras, la involucración en el proyecto general, etc.
Pensemos en cada una de nuestras competencias y valoremos lo positivo y negativo que hemos realizado para “ser los mejores” y medir los resultados de nuestras aportaciones en la Organización.
Entrevista personal con tu líder
Es el momento de escuchar sus conclusiones y rebatirlas con tus argumentos. Serán sus hechos contra los tuyos. Con un argumentarío completo, correcto, propondremos ayuda de mejora para las cosas negativas y, marcaremos retos a corto y medio plazo, para seguir creciendo en la organización (empleado) y consiguiendo recursos a la Organización (empresa)
Es el momento de fijar los retos siguientes, el avance del camino, bien para mejorar en caso negativo o crecer en caso positivo.
Evaluación de desempeño: motivación
La parte de riesgo de esta herramienta, es saber motivar al empleado en cualquiera de las dos circunstancias.
Si el colaborador tiene una evaluación de desempeño negativa, es labor del líder girar los sentimientos contrarios del empleado a favor de la empresa, dándole razones y motivos; primero del por qué sale negativa y después de cómo conseguir que en los próximos meses esos motivos negativos se conviertan en positivos.
Tendremos que darle soluciones de mejora mediante reuniones de entrenamiento, formación y nuevas oportunidades.
En el caso de que la evaluación de desempeño sea positiva, es el momento de animarle y proponerle nuevos retos que incorporen nuevas responsabilidades.
