Ford Mustang - Iacocca
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Así se llegó al nombre de Ford Mustang – Caso Iacocca.

Algo ocurrió para tener que cambiar el nombre original del vehículo que posteriormente se llamaría Ford Mustang.

Retomando la vida de Lee Iacocca, el cual dirigió la compañía Ford antes de marcharse humillado a la dirección de la Chrysler y hacer nuevamente historia en dicha compañía, Iacocca nos cuenta una anécdota sobre cómo se llegó al nombre del Mustang, el coche que en el primer trimestre de 1964 alcanzaría la cota de ventas más alta de toda la historia del automóvil.

La importancia de elegir correctamente el nombre para el producto que vendemos.

Hoy día se conoce la importancia de darle un nombre a un producto que se identifique claramente con el potencial comprador. De hecho, numerosos estudios incluso han demostrado que algunas acciones suben más que otras en sus inicios únicamente por el nombre.

Luego entrarían otros factores como elegir correctamente el logotipo o el diseño, pero en este sentido, Iacocca lo tiene claro: «En un coche, acertar con el nombre te dará más ventas que mejorar algunos detalles del vehículo»

La compañía Ford se encontraba en una situación delicada tras el fracaso del Edsel, un fracaso que precisamente se produjo por 2 motivos:

En primer lugar por el nombre. No decía nada. Edsel era el nombre del hijo de Henry Ford. Y en segundo lugar, dicen los expertos que el fracaso del Ford Edsel venía anunciado por su falta de estilo. Fue objeto de bromas debido a que se decía que la parte delantera del coche tenía forma de vagina. Otros dijeron sencillamente que «el coche era feo. Y punto.»

Así se llegó al nombre de Ford Mustang.

Una vez hecha la maqueta y pensar en modelo de coche elegante y con clase, deportivo pero económico hasta el punto de que por primera vez un vehículo se enfocaba a dos tercios de la población como potenciales clientes, no se podía fallar en el nombre que se elegía. Así que se pusieron a trabajar en diferentes nombre.

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En las primeras fases, el coche se iba a llamar Special Falcon, pero la idea fue rechazada para dar lugar al nombre de Cougar. Henry Ford II quiso quitar el nombre de Cougar para llamarlo «T-Bird II (Thunderbird II)», aunque por suerte, todos se enfrentaron a Henry Ford para que olvidase esa idea que no satisfizo a nadie. Más adelante, los expertos reconocieron que de haber salido el coche con ese nombre, no hubiera sido un rotundo fracaso, pero sí que no hubiera tenido el éxito que tuvo.

Con tantas opciones, llegaron a un callejón sin salida, y en una reunión, dijeron de limitar las opciones de nombres, por lo que quedaron sobre la mesa únicamente los nombres:

  • Montecarlo
  • Mónaco
  • Torino
  • Cougar

Montecarlo y Mónaco ya habían sido registrados en la Asociación de Fabricantes de Automóviles por otras empresas del sector, por lo que ya sólo se podía elegir entre Torino y Cougar.

Ganó por votación el nombre de Torino (Turín en Italiano).

Era un nombre que le daba cierto aire extranjero al vehículo, cosa que buscaban en un momento en que los coches extranjeros se estaban haciendo hueco en el mercado de Estados Unidos.

Una vez que ya tenían claro que el coche sería Ford Torino, se diseñó como emblema un puma estilizado.

Todo estaba listo y se iban a comenzar los preparativos para la campaña publicitaria del Torino, pero fue entonces cuando Iacocca recibió una llamada de Charlie Moore, el jefe del departamento de relaciones públicas, diciéndole textualmente: «Tenéis que buscarle otro nombre al coche»

Henry Ford estaba divorciándose de su mujer y había salido a la luz que fue a causa de una aventura con Cristina Vettore, una divorciada perteneciente a la clase alta italiana, por lo que darle un nombre italiano al nuevo modelo de coche produciría toda clase de chismes sobre la vida de Henry Ford, y se perdería la atención en lo más importante: el coche.

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En la búsqueda de otro nombre para el Torino.

Nuevamente en un callejón sin salida, decidieron recurrir a  John Conley, el cual trabajaba en una agencia de publicidad y había dado nombre al Ford Falcon y el T-Bird.

Conley tomó el diccionario y buscó todos los nombres de aves que había desde la A a la Z, y vino con los nombres que más le gustaron,  quedando la lista reducida a estos 6 nombres:

  • Bronco
  • Puma
  • Cheetah
  • Colt
  • Mustang
  • Cougar

Nada más ver el nombre de Mustang, fue el favorito.

Una vez se pusieron a trabajar y preparar la campaña publicitaria para el Mustang, Iacocca recibió un mensaje: «Por favor, no haga tonterías. El nombre del coche debe ser Cougar», pero Iacocca decidió seguir con Mustang. Y acertó. No obstante, posteriormente se usaría el nombre de Cougar para otra línea de vehículos.

El Mustang salió a la venta por un precio de 2.368 dólares, un precio que los consumidores no se podían creer teniendo en cuenta que parecía un deportivo de lujo de la época. De hecho, según cuenta Iacocca, algunos usuarios que iban a ver el coche se quedaban fascinados, diciendo: «Si aparco este coche en la puerta de mi casa, mis vecinos van a pensar que estoy metido en negocios sucios como para poder permitirme un coche así.»

La publicidad en prensa prácticamente salió gratis, ya que el Mustang protagonizó varias portadas de revistas especializadas en la industria, ayudando a disparar el interés y las ventas.

Iacocca ideó junto con su equipo un coche que provocó un interés en los consumidores sin precedentes hasta el punto que algunos concesionarios tuvieron algunas problemas, debido a que les colapsaban los aparcamientos de tantos clientes que querían ver el Mustang. Otros concesionarios presenciaron incluso peleas entre los clientes al quedar únicamente un Mustan para vender en ese concesionario.

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Sin duda, todo un éxito y una generación de expectativa que posteriormente aplicaría el legendario Steve Jobs con sus productos, aunque todo sea dicho de paso, Jobs mejoró la técnica. Claro que, para ser justos, las herramientas con las que contaba Jobs, no existían en la época Iacocca. 

Ver: Así se llegó a la «i» de los productos de Apple.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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