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7 Lecciones para el éxito, de William H. McRaven, comandante de los SEAL que dio caza a Bin Laden

William H. McRaven y sus lecciones del éxito

William H. McRaven, comandante del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos que organizó el ataque a Osama Bin Laden, ha sido el invitado de honor para el discurso de graduación en la Universidad de Texas, donde ha dado algunas lecciones para el éxito en la vida a los estudiantes, independientemente de la profesión que elijan en un futuro.

«No importa tu sexo, origen étnico o religioso, orientación o condición social». De esta forma comenzaba su discurso esta persona que ha dedicado 36 años a los SEAL, el cuerpo más duro, preparado y disciplinado para el combate de prácticamente todo el mundo, donde no hay lugar para las mentes débiles, y donde más de la mitad de los aspirantes son rechazados en las pruebas finales al no conseguir superar el entrenamiento. Las lecciones que nos da McRaven, sencillamente son impresionantes.

Lecciones para el éxito de William H. McRaven

 

1. Si quieres tener éxito… todo comienza por hacer la cama cada mañana.

No es ninguna analogía. Cuenta McRaven que cuando se incorporó al cuerpo de los Marines, sus instructores, los cuales todos eran veteranos de Vietnam, se presentaban cada mañana en su cuarto, y lo primero que hacían era inspeccionar la cama.

La cama no debía tener ninguna arruga, y la almohada debía estar perfectamente centrada con la cabecera de la cama, la manta perfectamente doblada y asimétrica.

 Lecciones para el éxito de William H. McRaven«Aquello de hacer la cama a la perfección me parecía algo ridículo en aquel momento, sobre todo para nosotros que nos estábamos preparando para ser grandes guerreros. Con el tiempo aprendí la lección, y es que si haces perfectamente la cama todas las mañanas, ya habrás realizado con éxito la primera tarea del día, por lo que según avance el día, deberás hacer otras pequeñas tareas.

El cumplirlas perfectamente te animará a hacer otras y otras tareas.
Al final del día, todo se convierte en muchas pequeñas tareas realizadas con éxito. Eso hace recordar que las pequeñas cosas de la vida son importantes. Si no puedes hacer bien las cosas pequeñas, nunca harás bien las cosas más grandes.»

2. No alcanzarás el éxito sólo, por lo que deberás encontrar a personas que te ayuden a remar.

«En mi promoción estábamos 150 hombres. Unos meses más tarde únicamente quedábamos 35. Esas 35 personas estaban dispuestas a acompañarte en el trayecto, donde los duros ejercicios requerían de ese compañerismo.

Un duro entrenamiento consistía en abandonarnos en mitad del océano en una barca de remos. Debíamos llegar a la orilla, por lo que cada uno de mis compañeros debía remar junto al resto. Si la barca alcanzaba la orilla, era el trabajo de todo un equipo.

No importaba el color u origen étnico de tu compañero. Sabías que era válido cuando la barca alcanzaba la orilla o se dejaba la piel intentándolo junto al resto del grupo.»

3. Si quieres tener éxito, debes asumir que la vida va a ser muy dura.

Cuenta McRaven cómo los instructores siempre tenían una excusa para castigarte por cualquier motivo, por faltas insignificantes. Bien fuera una arruga en el uniforme o una hebilla sin limpiar a fondo, el instructor te obligaba a correr por la playa en un circuito en el que terminabas completamente manchado de arena, frío y húmedo. Los soldados acababan pareciendo lo que se conoce como el efecto «galleta con azúcar».

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Muchos soldados abandonaban debido a que no podían aceptar el hecho de que hicieran lo que hicieran, siempre deberían haberlo hecho mucho mejor, hasta pensar de que su esfuerzo fue en vano. Hagas lo que hagas, nunca te lo reconocerán.

Lección de la vida: 

Nunca vas a tener éxito. Nunca tendrás el uniforme perfecto o la cama perfecta. Al igual que en la vida, no importa lo bien que te prepares o hagas las cosas. Siempre vas a recibir una crítica por cualquier motivo. Únicamente debes estar preparado para ser esa «galleta de azúcar».

 4. Si quieres tener éxito, no tengas miedo de los circuitos de la vida.

Cada día de entrenamiento era un nuevo desafío con múltiples pruebas de resistencia física, carreras de obstáculos, duros ejercicios, etc… cuando creías estar más que preparado, siempre podías tropezar en alguna prueba.

El endurecimiento de las pruebas únicamente tenía una intención; desgastarte físicamente y mentalmente para hacerte renunciar, romper tu espíritu de lucha inquebrantable y enviarte a casa. Sabías que cada día sería más duro aún con circuitos más difíciles.

Lección de vida:

La vida está llena de circuitos. Vas a fracasar, probablemente falles a menudo. Será muy doloroso y desalentador, y en ocasiones, la vida pondrá a prueba tu resistencia física, mental y emocional. Abandonar o seguir luchando es una elección que las personas hacen. Los cobardes suelen abandonar al no asumir que la vida es una prueba de resistencia constante.

5. Si quieres tener éxito, no tengas miedo de los tiburones. 

En la vida encontrarás muchos tiburones, que suelen ser gente mucho más poderosa que uno mismo, con más medios y recursos. En este caso, McRaven nos habla literalmente de tiburones.

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Cuenta que había un ejercicio en San Clemente, unas aguas que son un caldo de cultivo de grandes tiburones, y parte del entrenamiento se daba en esas aguas.

McRaven asegura que ningún tiburón se ha comido a ningún soldado, al menos no recientemente. Uno de los animales más temidos puede ser vencido por un sólo hombre si conoces cómo actúa el tiburón.

«El tiburón comienza a observarte y rodear tu posición. En ese momento debes permanecer firme, no nadar en dirección opuesta y no actuar con miedo. El tiburón realmente es un animal muy vago que busca una presa fácil.

En cuanto se acerque para atacarte, con todas tus fuerzas dale varios puñetazos en el hocico, y éste probablemente abandone su interés por devorarte, alejándose de ti.»

Lección de vida:

«Hay muchos tiburones en el mundo. Para completar el camino con éxito deberás lidiar con ellos, pero sobre todo, no sentir miedo. De nada sirve defenderte de un tiburón, por lo que deberás atacarle con firmeza en cuanto haya una amenaza inminente.»

6. Cuando estés hasta el cuello de mierda, canta!!

La novena semana de entrenamiento se la conoce como «la semana del infierno». Son 6 días sin dormir, constante acoso físico y mental y el cruce de un terreno donde el fango puede engullirte. Para rematar esos días, las últimas 15 horas consisten en sobrevivir totalmente cubiertos en ese barro frío, prácticamente congelados.

El instructor nos dice que para que podamos salir del barro, únicamente deben renunciar 5 soldados. Es decir, si sólo 5 soldados deciden renunciar, para el resto el entrenamiento ya habrá terminado definitivamente.

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Es evidente que algunos soldados no lo soportan y se dan por vencidos. Otros lo piensan pero esperan que otro abandone primero. Comienzan a dolerte todos y cada uno de los huesos. Las horas son interminables. El tiempo parece no pasar. ¿Qué hacer cuando no puedes más y aún te quedan 10 insoportables horas?. Pues ponerte a cantar en grupo. La canción sale desafinada, pero finalmente la cantamos en grupo.

Si un hombre puede cantar, otro puede, y si ellos pueden, todos podemos.

Lección de la vida:

«Cuando creas que ya no puedes más, cuando vivas momentos insoportables, simplemente canta. No dejes que eso acabe contigo.»

 7. Si quieres tener éxito, nunca toques la campana.

En todo momento, en ese duro entrenamiento hay una campana. Cuando creas que ya no puedes más, únicamente debes tocar la campana y se acabaron las madrugadas, los días sin dormir, el frío, no tendrás que hacer carreras de obstáculos ni atravesar todas estas dificultades.

Toca la campana y todo el sufrimiento habrá terminado.

Claro que tocando esa campana volverás a tu vida llena de comodidad , pero habrás renunciado a tu sueño de ser un SEAL. Está claro que si tocas la campana, realmente no servirías para ser un SEAL, pues este cuerpo está hecho de una pasta especial.

Lección de vida:

«El éxito es para gente que está hecha de una pasta especial. No se rinden y se enfrentan a las dificultades. El resto únicamente toca la campana para volver a su zona de confort. El éxito no es para este tipo de gente. Sería injusto.»

Este artículo ha sido extraído del discurso de William H. McRaven, publicado y transcrito originalmente en la web de la  Universidad de Texas, editado, adaptado y modificado por Negocios1000

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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