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11 Reglas de la vida para que te vaya mucho mejor.

Proseguimos con algunas reglas de la vida muy potentes.

reglas de la vida

El espermatozoide fecunda el óvulo y ZAS!! Apareces tú a los 9 meses. No tendrás más vidas. Es un único tiro. No quedan más cartuchos. Es decir, si has nacido bajito de altura, nunca volverás a nacer alto. Si has nacido en España, nunca volverás a nacer en cualquier otro lugar. Si has nacido pobre, nunca volverás a nacer rico. Con este texto comenzamos con esta publicación que mostrará 11 reglas de la vida que debes seguir.

Esas son tus cartas y hay una única partida. No hay más tiros que disparar. Si has nacido con ciertas ventajas o con ciertas desventajas de entorno tenemos dos opciones:

  • 1. Enhorabuena. Disfrútalas y no desperdicies la oportunidad.
  • 2. Jódete que a ti te va a tocar esforzarte más.

Pero por suerte estamos en una de las mejores épocas para que cualquier persona independientemente de sus desventajas sociales, pueda prosperar en la vida. Únicamente hay que seguir unas cuantas reglas y salir ahí fuera con la mentalidad correcta. Ante todo recuerda que para cambiar tu vida y tu entorno, primero debes cambiar tú.

Estas son 11 reglas de la vida de las más de cien que he ido anotando en el tiempo

Te ayudarán a mejorar, prosperar y a cambiar tu actitud ante la vida para aprovechar mejor ese único disparo.

1. Si vas a hacer algo, hazlo lo mejor que puedas. Si no, no lo hagas.

Da siempre lo mejor de ti mismo en cualquier cosa, pues la excelencia es un hábito. Si hoy no te esfuerzas por hacer una cosa de poca importancia lo mejor que puedas, mañana tendrás pereza de dar todo tu esfuerzo en algo de mayor importancia. Sea lo que sea, hazlo lo mejor que puedas: en el trabajo, en tu vida personal, en tus relaciones…. que ese sea tu sello personal.

2. No tengas un único punto donde fracasar.

Si eres un empleado por cuenta ajena y vives dependiendo únicamente de tu sueldo, en el sistema actual estás en la cuerda floja. No dependas de una única fuente de ingresos y crea otras fuentes de ingresos. Si bien es difícil encontrar un trabajo estable en los tiempos actuales, también es cierto que es más fácil que nunca generar un dinero extra o hacer microemprendimientos. Incluso en los negocios, es recomendable tener muchas pequeñas y medianas empresas a tener una gran empresa.

Precisamente, las personas de éxito hoy día suelen tener entre 3 y 5 fuentes de ingresos distintas. De esta forma, tu «Titanic» puede chocar contra su Iceberg, pero es muy poco probable que tus 5 Titanic choquen con 5 Iceberg.

(Ver: Así gana dinero esta joven madre gracias a Facebook)

Ver también:  El Salario Mínimo Interprofesional subirá por debajo de la inflación.

3. Compite únicamente contra ti mismo.

Si te comparas con los demás, siempre vas a acabar frustrado, porque siempre va a haber alguien que sepa más que tú, que tenga más que tú. La única competición que debe existir es contra tu «yo» de ayer.

Mejora cada día en algo, aprende cada día algo nuevo. Conviértete cada día en la mejor versión de ti mismo que puedas ser. A eso se le llama progreso, y mientras tú sientas que estás progresando en tu vida, no habrá frustración.

4. Siempre puedes ser mejor. Y ese debe ser tu propósito.

Siempre podrás ser un mejor empresario, un mejor inversor, un mejor trabajador, hijo, marido, hermano… La vida que hoy llevas es el resultado de quien fuiste en el pasado, y si hoy comienzas a actuar de forma totalmente distinta, te convertirás en otra versión mejorada de ti mismo, dando lugar a un futuro distinto. Cada día que amanece es una nueva oportunidad de aprender, de mejorar, de crecer. No desperdicies esa oportunidad.

(Ver: 25 hábitos de las personas de éxito)

5. Cuando todo vaya mal, persevera.

La resiliencia suele ser bastante escasa por algún motivo hoy día, y las personas tienden a venirse abajo cuando los problemas aparecen. Ya sé que suena a autoayuda, pero creedme que si logras ver los obstáculos como retos que hay que superar y como oportunidades para mejorar, nuestra mente se centra en las soluciones y no en llevarnos a un estado de depresión.

Ese es el camino de la vida: Rosas y espinas. Siempre vamos a encontrar rosas y siempre nos vamos a topar con espinas. Ni las rosas nos pueden cegar, ni las espinas nos pueden frenar, y como no podemos eliminar las espinas de nuestro camino, deberemos aprender a convivir en armonía con ellas. Eso sí, las espinas que podamos eliminar, las eliminamos sin tregua.

6. No huyas de los errores; aprende de ellos.

Todos cometemos y vamos a cometer errores. Si comenzamos algo y fallamos, es porque hemos cometido uno o varios errores. En ocasiones, el error fue comenzar esa «cosa» en cuestión. No huyas a la hora de asumir tu responsabilidad ante un resultado negativo, pero tampoco te tortures.

Aprende de ese error y vuelve a intentar cualquier otra cosa con el error ya aprendido. De esta forma es cuando cobra significado la palabra «fallar para mejorar», porque si cometes un error y aprendes de él, a eso se le llama progreso. Cuando cometas un error, desecha la angustia del error, y extrae la lección. Punto.

7. Concéntrate en tus rutinas, no en tus aspiraciones.

Me explicaré mejor. Es cierto que debemos tener objetivos y metas, pues sin un objetivo definitivo, tendemos a fracasar. Pero una vez que tenemos claro ese objetivo, concéntrate únicamente en tus rutinas y hábitos.

Ver también:  11 cosas importantes que todos deben saber sobre el dinero. James Altucher.

Si tienes pensado escribir un libro, concéntrate en las 5 horas diarias de rutina dedicadas a la escritura del libro. Tu misión no será escribir un libro, sino escribir 5, 10 ó 20 páginas al día. Esa debe ser tu rutina, y en cuanto esa rutina se convierta en hábito, el libro se escribirá solo.

Si pesas 120 kilos y te pones como objetivo tener el cuerpo de Brad Pitt, cada vez que te esfuerces durante los primeros años pensando en tu objetivo, en cuanto acabes de hacer ejercicio y te mires en el espejo, te frustarás, porque no notarás un cambio visible y desde luego que aún estarás lejos de tener el cuerpo de Brad Pitt.

Céntrate en tus rutinas de ejercicio durante 30 minutos o una hora al día junto con la dieta, y de esa forma, al cabo del tiempo, verás resultados.

Y lo mismo para cualquier otra meta. Si quieres lograr nuevos objetivos, por regla general debemos cambiar nuestras rutinas y hábitos. Concéntrate en ellas.

(Ver: 7 pasos para lograr un objetivo)

8. No llores por la leche derramada.

Cuando ocurre un desastre, perdemos dinero, quiebra nuestra empresa o somos despedidos de un trabajo, lo más común es jugar al juego de la culpa. La leche que se ha derramado, derramada está. Ya nunca podremos usarla de nuevo, así que no te centres en ella más de lo necesario y ponte a trabajar en conseguir más leche. Es decir, aquí entraría la importancia de no enfocarse en la pérdida, sino en la forma de solucionar nuestro nuevo escenario planteado.

Como siempre decimos, si algo sucede y tiene solución, no nos centraremos en lo que ha sucedido, sino en la solución. Y si no tiene solución, debemos aprender a dejar ir esa cuestión y pasar a otra cosa.

Y este tipo de pensamiento se debería convertir en un hábito, pues veréis qué rápido vais a entender lo que ocurre cuando no se adquiere este hábito:

A un tipo lo deja la novia o su mujer, y pasa los siguientes 10 años haciéndole la vida imposible con su comportamiento obsesivo. Este tipo, por regla general ha llegado a comportarse de esta forma porque desde muy joven, nadie le enseñó a aprender que la pérdida forma parte de la vida y cuando sucede no hay que centrarse en lo perdido.

9. Ve a tu propio ritmo, pero nunca te pares.

La vida no es lineal, y hoy día, las redes sociales pueden provocar que nos comparemos con los demás. Por ejemplo, un estudiante acaba la universidad y ve a través de Facebook cómo sus compañeros ya han encontrado trabajo y él aún no.

Ver también:  Ideas para Negocios de Inmobiliaria y Agencias de viajes. La ruta del embargo

Puede que esta persona se frustre. Ahora bien, esta persona debería centrarse en hacer aquello que esté haciendo lo mejor que pueda (búsqueda de trabajo, aprendizaje, creación de redes…) y nunca olvidar que aunque tu amigo esté trabajando en un banco y tú estés repartiendo pizzas hoy, mientras que tengas ganas de progresar, puede que en unos años cambien las tornas. De hecho, dando los pasos adecuados, es muy probable que seas lo que te has propuesto ser.

10. Inspírate en las personas de éxito.

Los ricos, los grandes empresarios y las personas de éxito han tomado unas acciones concretas mientras que no suelen parecerse a las que han tomado las personas que no han logrado el éxito.

Si quieres prosperar deja las envidias y deja de decir «tonterías» para intentar menospreciar el duro trabajo que ha hecho una persona para levantar un imperio y dar trabajo a decenas o cientos de miles de personas. Inspírate en él y los que se parecen a él, porque ya has visto adónde te ha llevado el inspirarte en las personas de tu círculo; a criticar al que ha logrado algo grande en la vida.

(Ver: 10 Formas en que los ricos piensan diferente al resto)

11. Quejarte es la peor inversión que puedes hacer.

Digamos que las personas deberíamos tener «coraje» para perseguir sueños, metas y objetivos. Cuando carecemos de coraje o éste se nos agota, aparece la queja para evadir la responsabilidad del resultado y tener la excusa perfecta para no volver a intentarlo.

Es decir, se nos agota el coraje y aparece la pereza. Nuestra mente, para explicar porque ya no tenemos coraje y nos hemos vuelto perezosos, ideará toda una serie de excusas que no lo dejen en mal lugar.

(Ver vídeo: No tienes derecho a quejarte)

¿Has escuchado alguna vez a un adicto a la cocaína explicar por qué se mete cocaína? Rara vez asumen su responsabilidad y suelen culpar a todo lo que pueden: entorno, padres, amigos, Pablo Escobar, pero muy pocos reconocen que se han hecho adictos a la cocaína porque en un momento dado de la vida han sido gilipollas y han actuado como tal.

Lo mismo ocurre cuando fracasamos en un objetivo o perdemos el coraje para luchar por una vida mejor. Nos quejamos. Y la queja es una inversión como una rentabilidad negativa.

Mi nombre es A. Carlos González y puedes seguirme también en mi canal de YouTube

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A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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