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Antes de Emprender un Negocio, responde éstas 5 preguntas.

Donald Trump nos hablaba de la mentalidad que debe tener un emprendedor, y sin duda, eran unos excelentes consejos, claro que la pasión sin claridad es como la velocidad sin control.

Es por eso que a través de 5 sencillas preguntas podemos saber si estamos correctamente enfocados y si nuestro proyecto es viable. De ésta forma podemos evitar algunas desagradables sorpresas.


1. ¿Por qué comprarían mi producto o servicio?

Debes ser capaz de explicarlo sin divagar, sin tecnicismos ni frases complejas y a ser posible en menos de 60 segundos. Si no eres capaz de convencer a una persona de esas que llamas «ignorantes» por no entender tu producto, probablemente no tengas negocio, o puede que lo hayas enfocado a un público demasiado selecto. Ponte en la situación de un futuro cliente y pregúntate: «¿Por qué necesito éste producto?¿Por qué no otro producto en lugar de éste?«.

2. ¿Puedes enfocar tu producto a un mercado viable?

Como ya expusimos en nuestro artículo: «Las 3 claves para el éxito en los negocios«, necesitamos algo tan básico como un producto, un mercado y la capacidad para introducir el producto en el mercado. Nuestro producto puede ir enfocado a distintos mercados. Lo que debes preguntarte es cual es tu mercado objetivo. Imagina que abres una panadería frente a unos grandes almacenes de alimentación. Probablemente en precio no podrías superarles, además de jugar con la desventaja de que quien va al «gran almacén», quiere salir de allí con el pan, la fruta, la pasta de dientes…

Otra cosa es diferenciarte (volvemos al punto 1). Si tu pan es casero (mejor calidad), incluso no tendrías la necesidad de competir en precio, pues la calidad es distinta y el cliente haría el esfuerzo de no comprar esas barras de pan tipo «chicle» en el gran almacén, comprando ese producto en tu negocio. Se debe hacer un estudio de mercado, para no cometer el error de vender bikinis en zona de sierra o abrigos en zona costera.

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3. ¿Qué diferencia mi producto de la competencia?

Esta punto no es de los más importantes, aunque a menudo hablemos de innovación, originalidad, lo cierto es que a veces vendiendo lo mismo que vende otro, pero en una mejor situación o con una mejor publicidad, acabamos «pescando» un trozo del pastel e incluso superando a nuestra competencia. Claro que si consigues distinguirte o en calidad, precio o servicio, siempre lo tendrás más fácil. Incluso si eres capaz de reunir esas tres cualidades, el éxito prácticamente lo tendrías asegurado.

4. ¿Cual es y será tu nivel de compromiso para hacer realidad tu idea de negocio?

Ahora no debes analizar el negocio, sino a tí mismo. ¿Eres un corredor de fondo o de velocidad?.

Un corredor de velocidad en los negocios tiene una salida muy rápida, mucha energía e incluso llama la atención de las personas. Es el típico empresario que la gente piensa se comerá el mundo. La parte negativa de éste tipo de emprendedor «velocista», suele ser que únicamente tiene energía para 100 metros.

El corredor de fondo no es veloz, aunque es muy constante, e incluso estudia la estrategia para poder guardar el último cartucho de vitalidad para la recta final. Los negocios son una carrera muy larga, con obstáculos y muchas cuestas hacia arriba, por lo que el corredor de fondo, tarde o temprano alcanza al velocista.

¿Estás preparado para ésta carrera que vas a iniciar?¿Estás seguro?.

Cuando pensamos en grandes empresarios, se nos vienen a la cabeza vacaciones, yates de lujo y aviones privados. Nada se consigue sin trabajo duro, esfuerzo y sacrificio. En el momento que inicias tu propio negocio deberás hacerte la idea de que se acabó eso de trabajar 8 horas. Tu trabajo es a tiempo completo, incluso trabajarás cuando no estés trabajando.

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Este punto es el que les cuesta asumir a muchos jóvenes emprendedores (quizás los mayores tienen ésto más asumido). Nunca levantarás un negocio trabajando 8 horas durante los 2 ó 3 primeros años. Claro que por eso siempre aconsejamos el buscar algo que te apasione. De esa forma, no te pesarán las horas. Alguien solía decir:

Si haces aquello que te gusta, no trabajarás ni un sólo día de tu vida

5. Llegado el momento… ¿sabrás delegar responsabilidades? 

Volvemos a la diferencia de mentalidad entre el empresario hispano y el estadounidense. En el punto 4 hemos hablado del nivel de compromiso y de la necesidad de trabajar duro y sacrificarnos. Claro que todo eso debe ser temporal, ya que de continuarlo en el tiempo no sería sano.

El empresario español suele tener serias dificultades a la hora de delegar. De hecho, parte de la base de que si él no está en el negocio, el negocio no funcionaría. Tristemente, por éste motivo, los pequeños negocios siempre se quedan pequeños, ya que éste tipo de empresario suele acabar preguntándose cómo va a conseguir eso de estar en 3 negocios a la vez, por lo que termina diciendo que únicamente crecerá en función de lo que pueda abarcar.

Años más tarde, llega un grande y se come a éste pez pequeño. ¿Por qué? primero porque podía, y segundo, porque era pequeño. Al ritmo que hoy día se mueven los negocios, la ambición es necesaria y no puedes permanecer estático.

Recuerda que el éxito de un emprendedor no sólo radica en las cualidades que tienes como emprendedor, sino en saber rodearte de personas competentes que complementen tus carencias y en las que puedas delegar responsabilidades.

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«No formes trabajadores, forma profesionales»

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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