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6 juegos mentales que los reclutadores emplean durante las entrevistas de trabajo. El método Murphy.

El método de Mark Murphy ya ha llegado a España, por lo que es cuestión de tiempo que las técnicas de este preparador de «caza actitudes» en los candidatos, sea empleado por los reclutadores en las empresas «guais» españolas. Murphy es autor de diferentes libros, todos ellos enfocados a la misma temática, que es ayudar a los reclutadores a través de la entrevista a detectar las mejores actitudes. Su último libro «Hiring for Attitude» (La contratación de la actitud) revela algunos de los juegos mentales que los reclutadores deben emplear para acertar en la contratación.

Aunque personalmente no soy partidario de estos métodos, soy consciente que es lo que probablemente te encuentres en las próximas entrevistas de trabajo. Así que aquí van algunos de esos juegos mentales:

1. Crear un incómodo silencio.

Para Murphy, el hecho de que una persona vaya a una entrevista de trabajo es generarle estrés, por lo que él quiere combinar ese estrés con un poco de molestia añadida, molestia que suele producirse con un incómodo silencio, ya que el candidato deberá buscar la forma de volver a encaminar la entrevista. Según Murphy, cuando las personas se enfrentan a un silencio incómodo, comienzan a hablar sin parar, y esta situación merece la pena si provoca los hechos que el reclutador estaba buscando.

2. Preguntas específicas de tu jefe al comienzo de la entrevista.

Murphy aconseja generar esta situación: Imagínate que nada más entrar a la sala, el entrevistador te pregunta: «¿Cómo se llamaba tu jefe?, ¿Se escribe con B o con V, para apuntarlo?, ¿Qué tal te fue con él?.»

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Con esto se consigue que el candidato capte la idea de que el reclutador va a llamar a tu jefe Sí o Sí, por lo que si has tenido un problema con él, sabiendo que va a llamarle, en un alto porcentaje de los casos el candidato no es capaz de contenerse y se sincera con los problemas que ha tenido con su jefe. Murphy también aconseja insinuar que ya has hablado con su ex-jefe antes de que llegaras. Quizás si tenías claro que no se aconseja hablar mal de un antiguo jefe durante una entrevista de trabajo, con este giro, acabes poniendo a verde a tu ex-jefe.

3. Preguntas poco específicas.

Si un reclutador te pide que describas un momento en el que te enfrentaste a una situación difícil, pero no te pide que le cuentes cómo lo hiciste para solucionarlo, con tu respuesta describirás si eres un portador del problema o un portador de la solución al problema, por lo que esta pregunta se usa para revelar la actitud real del candidato.

4. Analizar el uso de pronombres.

Emplear el «Yo» nunca ha estado bien visto. «cuando estuve en la empresa YO hice…. YO analicé». Si bien se debe evitar usar el yo, se suele apreciar el usar el nosotros. «Cuando estuve en la empresa analicé para que pudiéramos llegar a… nosotros fuimos la primera empresa que….».

Emplear el pronombre nosotros muestra espíritu de empresa, trabajo en equipo y corporativismo. El pronombre Yo sólo refleja egocentrismo. Claro que para ello Murphy aconseja hacer trampa, con preguntas del tipo: «¿Y tú (o usted) que hiciste para….?» forzándote al «Pues yo….».

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5. El uso de adverbios.

Murphy asegura que las personas de alto rendimiento no suelen adornar frases con adverbios innecesarios. sus respuestas son directas. Dice que cuando se adornan algunas frases, es debido a que la frase por sí sóla no hablaría lo suficiente de uno mismo por sí sóla.

Ejemplo: Si tu pareja nunca te da más explicaciones de las necesarias y un día, ante la pregunta: «¿De dónde vienes?, ese día te cuenta dónde ha estado, a quién ha visto, lo que le ha contado, lo que se ha comprado y la anécdota con la dependienta, probablemente te haya puesto los cuernos :-), pero tranquil@, no es una ciencia exacta.

6. Las palabras «siempre» y «nunca».

Murphy piensa que las personas que asiduamente emplean las palabras «siempre» y «nunca», suelen ser personas de bajo rendimiento o muy poco honradas. «Nunca hacían bien las cosas en el departamento» (alguna vez las harían bien) y «Pues siempre pedían mi ayuda» (en alguna ocasión se las arreglarían sólos). Para Murphy, estas palabras también reflejan mucha inseguridad en las propias capacidades.

De interés para reclutadores:

De interés para candidatos:
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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