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Sólo ahorrar dinero no te llevará al éxito financiero.

En finanzas personales siempre decimos que el éxito financiero comienza con el ahorro. Es un buen comienzo, pero realmente no es del todo correcto. Y sí, gastar menos de lo que se gana es uno de  los principios de la buena administración del dinero, así como no adquirir deudas puede engordar nuestra capacidad de ahorro, haciendo que nuestro capital sea más abultado.

Es entonces cuando el dinero que hemos ahorrado, lo invertimos y el interés compuesto comienza a engordar nuestro capital, y algún día en el largo plazo ZAS!!!, somos verdaderamente ricos. Visto así, hasta un mono podría hacerlo, pero lo cierto es que muy pocas personas lo consiguen por una sencilla razón; esta visión de las finanzas personales no es correcta, y si únicamente te centras en el ahorro, no lo conseguirás.

De hecho, se suele confundir el vivir frugalmente con el hecho de vivir cómodamente como pobres mientras estamos generando riqueza. Y expuesto de esa forma, eso no es mi vida, y tampoco es el camino hacia la libertad financiera.

(Leer: Esta es la mejor pregunta para medir la salud de tus finanzas personales)

¿Pero hay que ahorrar, no?

Por supuesto, pero al igual que en los negocios e incluso en la política, existen dos tipos de estrategias:

  • La estrategia defensiva.
  • La estrategia expansiva (o de ataque).
Toda persona, empresa o gobierno que elige una estrategia defensiva cuando se habla de dinero o economía, únicamente está entrando en un proceso que alarga la muerte inevitable.

Siempre lo comparo con un boxeador que se enfrenta a un rival más fuerte, y éste decide cubrirse y arrinconarse para protegerse de los golpes. Tarde o temprano, el golpe del rival acaba entrando. De hecho, no se puede ganar un combate de boxeo protegiéndote. Debes lanzar golpes a tu rival para ganar.

Lo mismo ocurre con las empresas que a raíz de entrar en una crisis, deciden retraerse en lugar de avanzar; despiden personas, venden activos y recortan inversión, dando lugar a que otra empresa adopte una postura expansiva y acabe aplastando a la empresa.
Y con las personas que se centran únicamente en el ahorro ocurre igual, pues ahorrarte 10 céntimos en un café y 5 euros en el carro de la compra, o emplear algunas de las medidas extremistas de ahorro que expusimos, pero no te va a hacer rico si no buscas otras vías de ingresos. Tarde o temprano, la estrategia de ahorro acaba en un imprevisto que tira por la borda años de esfuerzo destinado al ahorro.
Si nos dan a elegir entre ahorrar o ganar más dinero, elige la segunda opción.
La frugalidad realmente es no tener la necesidad de almacenar cosas que no necesitamos, no gastar un dinero que no tenemos para comprar algo que si lo pensamos dos veces, no nos hace más felices, y desde luego, vivir dentro de nuestras posibilidades, que básicamente es lo que significa gastar menos de lo que ganamos.
Gastar menos dinero realmente es lo más sencillo, y quizá por eso es la opción elegida por la mayoría de personas, porque cualquiera sabe ahorrarse dinero tomándose el café en casa en lugar de una cafetería y hacer un botellón en casa en lugar de tomarse un par de copas en compañía con los amigos.
Incluso podemos recurrir a la estrategia que elaboró aquel chico que para pagar 32.000 dólares de deuda, vivió en una furgoneta durante 2 años, hasta pagar el último céntimo.
La opción más difícil, pero más rentable, sin duda es ganar más dinero. Y es que la riqueza no viene del ahorro, sino de buscar formas de generar más ingresos y crear más activos, incluidos los negocios, a no ser que seas un directivo de una gran compañía que cada año te embolsas más de 1 millón de euros.
Es decir, dividiría el consejo financiero en 2 frases: 1. Para generar riqueza, no puedes vivir como los ricos – 2. Para construir riqueza no puedes vivir como los pobres. Parece contradictorio, ¿verdad?
Claro que en ocasiones, y únicamente temporalmente para salir de un bache puntual, sí que se aconseja recurrir al ahorro extremo, lo cual yo denomino la cárcel financiera.
Como suele decir mi amigo Altucher, las reglas de las finanzas personales, ni son personales ni son financieras. De hecho, la educación financiera, a menudo, si no va acompañada de un cambio de mentalidad, no sirve de nada.
Te puedo enseñar a multiplicar tu dinero a través de inversiones, te puedo aconsejar el pedir interés por tu dinero en un banco, a que tu dinero no sea erosionado por la inflación, pero si estamos hablando de que a final de año, con mucho esfuerzo por tu parte, has conseguido ahorrar 2.000€, con eso no vamos a ninguna parte.

Ver también:  Elizabeth Holmes, la multimillonaria más joven de EE.UU. explica de dónde le vino su idea revolucionaria.
Reglas en educación financiera: 
1. No te centres en el ahorro, céntrate en hacer más dinero.
2. Comienza lo más pronto posible a trabajar y/o crear fuentes de ingresos (negocios, activos…)
3. Evita la deuda en los gastos más grandes de la vida, que son casa, coche a crédito y boda a lo grande.
4. Evita en tus inicios el invertir en aquello que no entiendas o no puedas controlar. Es decir, evita poner tu dinero en manos de terceros, al menos al principio.
5. Ningún ignorante gana dinero gestionando él mismo su propio dinero. Por tanto, prepárate financieramente antes de ponerte frente a frente con el toro.
6. En caso de error, no llores ni te lamentes. Aprendes la lección, te levantas  y vuelves a la carga.
Pero vas a necesitar otras habilidades.
Como decíamos por ahí arriba, la mayoría de la gente hace una separación mental entre negocios, ventas, liderazgo, inversiones y educación financiera.
Y todo va relacionado. De hecho, la educación financiera es únicamente un 1% de tu éxito financiero, pues si no tienes dinero, ni toda la educación financiera del mundo te dará la libertad financiera.
Así que necesitarás habilidades en ventas y negociación.
Como ya hemos dicho en cientos de ocasiones, todos somos vendedores, todos estamos vendiendo a cada instante, pues todos tenemos nuestro propio negocio, nuestra propia marca. El que tengas éxito en un negocio o el que te contraten en una empresa, depende exactamente de lo mismo; de tu habilidad e imagen personal.
Así que si no eres capaz de mejorar tus habilidades en ventas y negociación, partes con claras desventajas hoy día.
Necesitarás la habilidad de crear «lo que sea».
Si eres un empleado por cuenta ajena, tienes el ingrediente necesario para quedarte sin trabajo, pues es imposible que despidan a un desempleado. La mayoría de las personas no son conscientes de la necesidad de buscar fuentes alternativas de ingresos cuando están empleados. Se acuerdan de ello una vez ha llegado el problema, y las carreras a contra-reloj son grandes devastadoras de nuestra creatividad.
Las habilidades sociales.
Cuando hablábamos de la regla del 50 – 30 – 20, podíamos ver cómo las habilidades sociales siempre irán por delante de lo duro que trabajes. De hecho, en el éxito en tu carrera, el trabajar más duro es lo que menos cuenta.
Ser muy bueno en algo.
Se suele decir que si tienes un talento, es fácil ganar dinero. Y no estamos hablando de ser el mejor en algo, aunque está claro que ser el mejor, te facilitaría las cosas. Aunque a menudo, personas mediocres en su sector, han sabido crearse una marca personal idónea y emplear su habilidad social para promoverla.
Casi todo el mundo sabe hacer algo por lo que algunas personas estarían dispuestas a pagar. Y si no tienes un talento en especial, tampoco hay problema.
Y por último, evita plagiar la vida de otros.
A menudo he podido comprobar cómo lo que ha funcionado para algunos, a mí no me ha funcionado, y viceversa. Es por eso que debes ser muy observador y «picar de aquí y de allá», tanto de las personas que han tenido éxito como de aquellos que hayan fracasado, pues puedes aprender por igual de ambos.
Finalmente, y aunque siga sonando a cliché, la mayoría de las personas cometerán errores en un momento dado, y lo que distingue al exitoso del perdedor es la actitud con la que hará frente a ese fracaso, y con la energía que volvería a intentarlo cuantas veces sea necesario.
Por eso la educación financiera es una de las asignaturas más complicadas, pues probablemente con lo que menos tenga que ver, sea con las finanzas.
Ver también:  Situación de Japón y Estimación de pérdidas.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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