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Esta es la principal característica que separa a los millonarios hechos a sí mismos del resto de personas.

La semana pasada hablábamos de un rasgo esencial de los empresarios de primer nivel. Un rasgo que sin él, no servirían de nada el resto de cualidades de una persona para tener éxito en los negocios. En esta ocasión, John Sviokla y Mitch Cohen, autores de The Self-Made Billionaire Effect (El efecto millonario hecho a sí mismo), buscando dentro de los «hábitos mentales» de 120 multimillonarios hechos a sí mismos, encontraron una característica que explicaría por qué estas personas consiguen generar una vida llena de riqueza mientras que el resto de personas no son capaces de hacerlo.

Los autores reconocen que ellos esperaban encontrar elementos comunes en las circunstancias externas a los multimillonarios, a pesar de que habían escogido para su estudio a personas que provenían de familias humildes y que no habían heredado su riqueza.

A pesar de que existen 4 diferencias muy notables entre cómo piensan los ricos y el resto, estos autores encontraron algo que han llamado «la dualidad mental».

Todos los multimillonarios hechos a sí mismos han sido capaces de generar esta dualidad entre la imaginación y la locura.

La dualidad mental es la capacidad de imaginar algo más grande, mientras que el resto de personas ven las cosas únicamente por lo que creen que son.

«Los multimillonarios generan este hábito mental en el que imaginan algo nuevo, reúnen a las personas adecuadas y los recursos para crearlo. Y luego lo venden a clientes que no sabían que lo necesitaban»

El resto de personas, a diferencia de los multimillonarios hechos a sí mismos, intentan tener éxito dentro del sistema y estructura existente. Su modelo de negocio puede ser muy rentable y llevarle al éxito, pero tienen un inconveniente con sus fortalezas. Y es que la mayoría de personas usan su talento para llegar al nivel superior dentro de un entorno definido.

Ver también:  Directores de Recursos Humanos comparten los motivos más importantes por los que rechazan candidatos.

Dicho de otro modo, las personas comunes juegan dentro de las reglas establecidas, dentro de un sistema establecido, e intentan llegar a la parte alta de un nivel establecido, mientras que los multimillonarios crean sus propias reglas, crean su propio sistema, y su nivel de altura es ilimitado. Siempre se puede llegar más alto. Nunca se conforman. Siempre quieren más. Nunca alcanzan una meta.

(Leer: ¿Por qué no existe el éxito para las personas de éxito?)

Por tanto, si unimos el anterior rasgo, que era la capacidad y obligación de asumir de riesgos, y le añadimos esta otra característica (la dualidad mental), tendríamos los 2 condimentos esenciales para tener éxito en los negocios.

(Leer: 10 formas en que los ricos piensan diferente)

Como se suele decir, lo único que diferencia a un loco con una idea y una persona de éxito, es el resultado tras ejecutar su idea de negocio.

Puede que muchas de las aspiraciones de estos multimillonarios les hiciera parecer locos con demasiados castillos en el aire, pero es esa zona entre la imaginación y la locura la que ha hecho posible que hoy día existan empresas de una capitalización nunca antes vista en toda la historia empresarial.

Ver: Las 32 reglas para ser un empresario de éxito.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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