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¿Es cierto que la pobreza se hereda de padres a hijos?

Si de niño y adolescente tuviste problemas económicos (vienes de una familia pobre), aumenta la probabilidad de que en un futuro tengas problemas económicos. Así de tajante lo afirman diferentes estudios a nivel internacional y a nivel nacional (en España ha realizado el estudio la Universidad de Oviedo y Castilla la Mancha).

Los motivos a simple vista podrían ser muy claros, y es que en las familias de clase pobre, el nivel educativo suele ser menor, y en este ambiente, también se abandonan los estudios antes de tiempo por la necesidad o interés en conseguir un trabajo.

El estudio apreciaba que aquellos que son capaces de superar esa barrera, y aún viniendo de familias de clase pobre, si son capaces de obtener una titulación universitaria o estudios avanzados, suelen protegerse mejor del riesgo de pobreza.

Visto de esta forma, está claro que incluso tiene su lógica, pero el problema de la «pobreza hereditaria» creo que va mucho más allá, y son muchos los autores que ya han hablado sobre ello, donde no es un problema de herencia de carencia de dinero y oportunidades, sino una herencia de pobreza mental y de mentalidad.

Cuanto más pobre es una familia, más desenfocada está en cómo funciona el juego de la vida y del dinero.

Puede sonar demasiado fuerte, pero lo cierto es que cuanto más pobre es una familia, más cosas suelen dejar en manos de Dios y de la suerte. Y cuanto más pobre es una familia, más comodidad se encuentra a la hora de pronunciar las típicas frases de «el dinero no es lo más importante». Y por desgracia, el dinero sí es muy importante, y tu felicidad, en cierto modo aumenta a medida que tu libertad financiera crece y los problemas económicos desaparecen.

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La herencia de mentalidad.

Recientemente he tenido la oportunidad de asistir a dar varias charlas a alumnos de instituto, donde un instituto era privado con alumnos de familias de clase media/alta, y otro con alumnos de clase más bien pobre, estando gran parte de los padres de estos últimos alumnos en situación de desempleo.

Haciendo las mismas preguntas a cada grupo, pude observar inmediatamente una astronómica diferencia en las aspiraciones de unos y otros. Los primeros, la gran mayoría tenían grandes sueños, propósitos y metas, en algunos casos muy ambiciosas. Los segundos, era como si estuvieran apagados, a pesar de que algunos de ellos tienen grandes oportunidades y talentos. Pero lo sorprendente era la forma de ver cómo ellos mismos se han cerrado mentalmente muchas posibilidades, como si el éxito profesional fuera alguna cosa que está ahí para otros.

Los factores que influyen.

Seamos sinceros; todos estamos condicionados a factores internos (dónde nacemos y en qué familia), y factores externos (con quién pasamos nuestro tiempo y quién nos educa). Tampoco es lo mismo nacer en Somalia que nacer en Estados Unidos.

Nacer pobre, en principio te pone en desventaja con respecto a alguien que ha nacido en una familia de clase media/rica. Eso es obvio, pero en esas circunstancias, y ante las desventajas, únicamente nos queda esforzarnos aún más que el que tiene la ventaja para anular esa injusta desventaja que traemos de serie.

¿Vas a tener que trabajar por las tardes después de la Universidad mientras el niño de un rico está de fiesta con sus amigos?; probablemente. Y eso es una desventaja hoy, pero será tu mayor ventaja mañana.

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La pobreza y la riqueza es una cuestión de mentalidad.

Los padres, en ocasiones no son conscientes de todo lo que transmiten a sus hijos. Como padre conviertes a tu hijo en un votante de la izquierda o la derecha, en un fanático del fútbol, en un fan del Real Madrid o Barcelona.

Como padre, también puedes convertir a tu hijo en un pobre o en un rico, si no cuidas el mensaje que lanzas para prepararlo en el mundo real.

El sistema educativo es el que tenemos (algo desfasado para mi gusto), pero es el que hay.

Dijo alguien una vez que todos nacemos genios, y con el tiempo nos volvemos idiotas. Alguien le preguntó quién o qué era el responsable de que ésto sucediera. Y él respondió: «el sistema educativo». Y es que no se puede enseñar lo mismo a personas que disponen distintos talentos; punto y final.

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Y como padres, también se juega un papel importante a la hora de abrirle el interés a los hijos por las temáticas que más nos ayudarán en el futuro, que precisamente no es el fútbol, si tu hijo no va a ser jugador profesional.

Robert Kiyosaki, en su famoso libro Padre Rico, Padre Pobre definía perfectamente este problema que en la actualidad se sigue dando. Los hijos de los pobres creen que un trabajo les proporcionará la felicidad, mientras que los hijos de ricos y/o empresarios, saben que ésto no es exactamente así. Y no hay nada de malo en trabajar en un McDonalds, siempre y cuando sepas que es algo temporal.

Ganar dinero para gastar o ganar dinero para construir activos es algo que hoy día los hijos de los pobres no aprenden ni en el seno de sus familias ni por parte del sistema educativo.

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Por tanto, ¿vienes de familia pobre y quieres dejar de ser pobre?, una carrera universitaria probablemente no te solucione ese problema (si bien es necesario tener un título universitario, a ser posible de algo que te apasione). Para salir de la pobreza, la única receta es dejar de pensar como la gente pobre, y comenzar a adquirir otros puntos de vista y conocimientos que no adquieren las personas que en un futuro estarán predestinados a depender de un único ingreso inestable procedente de un trabajo que probablemente no nos dé para mucho, pero haga frente al pago de hipoteca hasta el día que ese ingreso falte y no podamos pagar la hipoteca.

El hijo de un empresario no tiene miedo de crear una empresa, mientras que el hijo de un trabajador, probablemente piense que la solución está en encontrar un trabajo.

Eres lo que piensas, y tus pensamientos son los que forman tu futuro. A veces únicamente consiste en cambiar la forma de pensar para cambiar todo lo que te rodea. Como dijo Bill Gates: «Nacer pobre no es culpa tuya, pero morir pobre sí es tu culpa».

Éstos 3 artículos complementan perfectamente lo que queremos decir, donde se expone la diferencia de mentalidad entre unos y otros.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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